Un nuevo libro sobre el pintor muestra de manera parcial el esperadísimo lienzo de la Familia Real que Antonio López lleva pintando 14 años.

El cuadro mide tres metros de alto por cuatro y medio de ancho y está basado en unas fotografías que el genial pintor tomó en 1994. La intrahistoria de este encargo dice que la Casa Real respondió con un no rotundo a la propuesta de incluir a yernos y nueras en el retrato.