Quién le iba a decir a nuestras abuelas que el ganchillo que ellas hacían en casa iba a tener un hueco cada vez más destacado en Internet en el siglo XXI. Renovado y pasado por la mirada japonesa, que da volumen a las creaciones de ganchillo, el amigurumi cuenta ya con la primera comunidad online en España (www.amoelamigurumi.com), creada en Alicante y que se presenta esta tarde en el marco del II Encuentro Nacional de Amigurumi, que concluirá el domingo.

Tras el éxito del primer encuentro celebrado el pasado verano en Camon -la plataforma dedicada a las nuevas tecnologías de Caja Mediterráneo-, 70 personas volverán a darse cita en este espacio para asistir a los cursos de aprendizaje de esta técnica. Con lista de espera de participantes, en esta ocasión las alumnas -son mayoritariamente mujeres, aunque los hombres son bienvenidos- se dividirán en tres grupos en función de su nivel y estarán acompañadas por las responsables de haber introducido el amigurumi en España, las catalanas Alícia Roselló y Núria Brunet, que han lanzado su propia colección de piezas de punto de gancho.

La coordinadora de esta actividad en Camon, Helena Vicente, y Jorge González, responsable de la consultoría web de Espira Tecnologías, presentarán esta tarde el sitio web creado "para que todos los aficionados al amigurumi tengan un punto de encuentro y se centralice toda la información de esta actividad. Hay muchas webs y gente que de forma particular cuelga tutoriales para aprender, pero no existía una comunidad en español donde todo el mundo pueda estar conectado y mostrar sus creaciones", explica Helena Vicente.

El proyecto, que estará activado a mediados de septiembre y donde ya se puede pedir información, está conectado con las redes sociales y cuenta con perfil en Twitter y Flickr, página en Facebook y canal en Youtube. La plataforma dispondrá de blog para los usuarios, calendario de actos e incluso se ofrecerá un mapa a través de geolocalización con lugares de interés para los aficionados. Entendido también como un escaparate para que la gente muestre sus productos, en una segunda fase se prevé crear una plataforma de venta con tienda online donde la comunidad haría de intermediario.

Jorge González estima que el nicho de mercado en esta disciplina "no es pequeño, esta es una afición que engancha mucho a la gente que la practica y a la gente le llama mucho al atención. Nuestro objetivo es que en el primer año la comunidad tenga entre 10.000 y 15.000 usuarios".

Helena Vicente apunta que también puede atraer público de Sudamérica y explica que el hecho de que se cree en Alicante responde a que "aquí el amigurumi se ha impulsado desde Camon y es muy masivo porque la actividad es gratuita, cuando cualquier curso de amigurumi puede costar 50 euros".