La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) vincularon ayer el uso de teléfonos móviles con un "posible" riesgo de cáncer cerebral en seres humanos. Ambas organizaciones anunciaron en Lyon que los campos electromagnéticos generados por las radiofrecuencias de ese tipo de dispositivos se consideran "posiblemente carcinogénicos para los humanos" y se clasifican, por ello, en la categoría 2B.

La OMS y la IARC basaron su decisión de esa clasificación en las evidencias obtenidas sobre el impacto de esos campos electromagnéticos en el origen de gliomas, un tipo maligno de cáncer cerebral.

Aunque no cuantificó el riesgo, el grupo de trabajo OMS-IARC se refirió a que un estudio, con datos hasta 2004, detectó un incremento del 40 % en el riesgo de gliomas entre los usuarios más frecuentes de móvil, es decir, los que los empleaban de media treinta minutos al día en un período de diez años.

No obstante, matizó que las evidencias del riesgo de glioma y de neuroma acústico son "limitadas" para los usuarios de móviles, lo que significa que hay una "asociación positiva" creíble entre la exposición al agente y el cáncer, pero que no se pueden excluir otros factores en el desarrollo de éste.

El responsable del grupo de trabajo constituido por la OMS y la IARC, Jonathan Samet, de la University of Southern California, declaró que las pruebas reunidas hasta ahora "son lo suficientemente sólidas (...) para la clasificación del tipo 2B".

Esta categoría es una de las que la IARC utiliza para identificar los factores medioambientales que pueden aumentar el riesgo de cáncer en seres humanos y entre los que hay sustancias químicas, exposiciones laborales y agentes físicos y biológicos, entre otros.

Por su parte, la Asociación Española de Operadores de Telecomunicaciones (Redtel) se defendía ayer asegurando que las compañías españolas respetan los límites de seguridad que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto a emisiones relacionadas con la telefonía móvil. En un comunicado de prensa, Redtel reaccionó así al anuncio realizado en Lyon por la OMS y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC). No obstante, Redtel dijo que "no hay muestras en los estudios e investigaciones" sobre los efectos de estas emisiones que indiquen que puedan ser "potenciales carcinógenos". Según Redtel, la IARC ha cambiado la calificación de estas ondas a la nueva categoría, en la que se incluyen "otros 512 agentes, como la cafeína, la sacarina o el té". La asociación aseguró que esta declaración "no cambia las directrices sobre salud" establecidas por la OMS y que no parece plausible que los límites de seguridad "vayan a cambiar radicalmente". Sin embargo, aseguró que asumirá esta nueva clasificación, así como cualquier recomendación de la OMS.