La Royal Society, la institución científica más antigua del mundo, fue galardonada ayer con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2011 por su impulso a la investigación en sus más de 350 años de existencia y su carácter multidisciplinar, "en el que se ponen de manifiesto los vínculos entre ciencia, humanidades, sociedad y política". El acta del jurado destaca la actividad ininterrumpida que ha mantenido esta institución desde su creación, en el año 1660, y el impulso que ha dado a la "investigación y difusión del conocimiento para beneficio de la humanidad".

Esta institución surgió como inspiración de los principios de Sir Francis Bacon, con la vocación puesta en extender las fronteras del conocimiento a partir del desarrollo de la ciencia, de las matemáticas, la ingeniería y la medicina, con el fin de conseguir el progreso de la humanidad y la salud del planeta. Sus miembros son elegidos de por vida entre los científicos más destacados en sus respectivos campos, y entre los nombres que han formado parte de ella se encuentran Isaac Newton, Charles Darwin, Ernest Rutherford, Albert Einstein, Dorothy Hodgkin, Francis Crick, James Watson y Stephen Hawking.

Hoy en día la sociedad cuenta con 1.500 miembros, entre los que están 75 premios Nobel y nueve premios Príncipe de Asturias, tal y como refleja también el acta del jurado, además de cinco miembros de la Familia Real inglesa, entre ellos la Reina Isabel II.

La Royal Society, que se mantiene con las aportaciones de individuos y organizaciones, desde marzo de 1665 edita la revista Philosophical Transactions of the Royal Society, en cuyas páginas Isaac Newton publicó diecisiete trabajos, entre ellos La nueva teoría sobre la luz y el color, que sirvió para lanzar la carrera del científico en 1672.

El jurado ha destacado también la labor de patrocinio que lleva a cabo en cátedras, becas posdoctorales y ayudas a la investigación en distintas universidades, así como su trabajo de edición de publicaciones y organización de conferencias "centradas actualmente en las implicaciones sociales de la neurociencia".

Esta candidatura, que había sido propuesta por el exrector de la Universidad Complutense de Madrid, Rafael Puyol, se impuso en las última votaciones a la BBC y a la agencia Magnum. Tras hacerse público el fallo, la Royal Society de Londres agradeció este galardón como un aval a su tarea de difundir la ciencia y de mostrar las maravillas del mundo.