Shakira, Roger Hodgson, Ute Lemper, Kanye West, Quince Jones, Earth, Wind & Fire, Julian Marley, Yusuf Islam... Y también Carros de Foc, grupo teatral y circense de San Vicente del Raspeig. Todos ellos estarán presentes en el Festival Mawazine de Rabat, uno de los más importantes de Marruecos, que tiene como objetivo ofrecer un abanico dispar de ritmos y expresiones artísticas del mundo. Este encuentro, que se celebra del 20 al 28 de mayo, tendrá esta vez acento alicantino, que será el que ponga la compañía Carros de Foc, que tiene como característica diferencial el uso de esculturas móviles o marionetas gigantes, que ambas definiciones sirven para describir sus espectáculos.

Natural spirit es el título del montaje que llevarán a Marruecos, gracias a un programa de internacionalización establecido con el IVEX, aunque la agrupación ya ha mostrado sus espectáculos en diversos países europeos, como Francia, Rumania, Holanda o Italia, desde su formación en 1994, bajo la dirección artística de Miguel Ángel Martín. Lo que comenzó siendo una agrupación de animación callejera, con carrozas en desfiles populares, acabó derivando en una vertiente más teatral y circense, que es el camino que les ha proporcionado su originalidad.

Un tráiler con la producción partió hace unos días desde San Vicente hacia Rabat, con toda la infraestructura necesaria además de las esculturas gigantes. Ayer mismo viajaba hacia el país vecino el equipo de técnicos de montaje y hoy lo hará el grupo de actores intérpretes y acróbatas, sumando una veintena de personas en total.

El espectáculo Natural Spirit, que se estrenó en Burgos el verano pasado y ya ha recorrido Pavia en Italia y Obernai en Francia, se presentará en el Festival Mawazine, "donde coincidiremos con algunos de los mejores programadores del mundo y para nosotros supone un escaparate muy interesante, además de estar con figuras de primera línea", asegura Pablo Ruiz, miembro de la compañía alicantina.

El último montaje de Carros de Foc cuenta con tres esculturas móviles, de más de 6 metros de altura, y con ellas se realizan espectaculares acrobacias. "El tema central es reflexionar sobre el ataque del hombre a la naturaleza, el poco respeto al medio ambiente, por lo que cada escena representa a un elemento. A partir del tema, vemos el tipo de lenguaje que utilizamos, a través de la música, la iluminación, las acrobacias, la interpretación, teniendo como eje comunicador nuestras esculturas gigantes, que son nuestro referente y nuestro diferencial".

Una esculturas que ellos mismos diseñan y que un ingeniero plasma en planos para poderla dotar del tamaño que requiere así como de movimiento. Y todo ello en la nave de 1.200 metros cuadrados, y más 300 de oficina, en la que la compañía trabaja y ensaya sus espectáculos. "Allí gestamos la idea, diseñamos las esculturas y realizamos el modelado y el original en fibra de vidrio. Y todas van articuladas, son animatronic mediante una mecánica interna y las manejamos a través de radiocontrol. Por eso necesitamos un ingeniero que es quien nos resuelve la parte técnica más complicada", comenta Pablo Ruiz nates de partir a Rabat.