¿Cuál es el secreto para que La función por hacer, la obra de Miguel del Arco en la que usted ha trabajado, haya arrasado en los Premios Max 2011?

Que es una función muy de actores, donde están a cincuenta centímetros de los espectadores y es un teatro muy directo porque la tensión es continua y los actores no pueden relajarse. El espectáculo es a cuatro bandas, con público en el escenario, que no participa pero que no sabe si va a hacerlo o no; los actores pasan por su lado, los tienen detrás y pueden oír su respiración.

¿Es complicado iluminar esta obra tan arriesgada?

Sí, técnicamente es complicada porque hay momentos de luz baja y otros en los que sube la intensidad de la luz y los actores y el público se están viendo las caras, buscando la complicidad del público. Tienes espectadores a los que no puede deslumbrar pero ves cómo cuando va subiendo la luz y conforme va creciendo la intensidad de la función el público se va incomodando. Ahí tienes que tener cuidado de no pasarte para no deslumbrar a la gente.

¿Qué se siente al recibir un premio Max? ¿Es su primera vez?

Sí, es el primer premio Max que recibo. También obtuve uno de Teatres de la Generalitat Valenciana con El cuarto paso, y varias nominaciones. La verdad es que estoy muy feliz con este premio porque es un reconocimiento a todos los años de profesión que llevo, con más de veinte años. Ya era feliz por ser finalista y, además, es un premio al trabajo de un grupo de amigos que es Kamikaze Producciones, con los que estoy desde sus inicios y llevo trabajados cinco espectáculos con Miguel del Arco.

Y ayer estrenó con Asun Noales su nuevo espectáculo de danza, Ara.

Sí, ahora mismo estoy con ella y trabajé con Asun en sus dos espectáculos anteriores -Back y Mater- y ahora Ara.

No tendrá nada que ver iluminar una obra de teatro con un espectáculo de danza.

Nada que ver. En el teatro tienes que buscar iluminar la expresión y en la danza debes iluminar el volumen y es importante el contraste. Yo me siento cómodo con las dos cosas porque una cosa es contrapunto de la otra; también he iluminado grandes eventos, algo que tampoco tiene que ver.

¿Hay alguna clave para dar con la iluminación perfecta?

Pues tener un buen guía que tenga claro lo que quiere y la parte técnica, utilizar el material adecuado para cada ocasión.

¿Están ahora más valoradas las categorías técnicas en los escenarios?

Sí, se valoran más, aunque todavía en el mundo del teatro queda la hermana pequeña, la creación sonora -que en La función por hacer es fundamental, por ejemplo-, o la utilización de audiovisuales, que siguen estando poco valorados.

Se va a Qatar, ¿qué va a iluminar allí?

Sí, me voy con la compañía de baile de Aída Gómez unos días a Qatar, que llleva su espectáculo Carmen y también trabajé con ella en los dos últimos. Aquí voy de iluminador y de director técnico.

Vamos, que no le falta trabajo.

No, no me puedo quejar. Ahora tengo varios proyectos y acabo de iluminar el edificio de Correos para las Fiestas de San Isidro de Madrid. Vivo a caballo entre Madrid y Alicante. Empecé a trabajar con Eleuterio Portes en iluminación y me marché de Alicante con 23 años.