Hungría, Azerbaiyán y Rusia acechan el podio del Festival de Eurovisión 2011 tras clasificarse este martes en la primera semifinal del concurso, junto a otros siete países que podrán actuar en la gran gala prevista para el sábado.

Portugal y la muy coreada "Haba Haba" de la noruega Stella Mwangi, que parecía un remedo del "Waka waka" de Shakira, son algunos de los grandes perdedores de la velada, iluminada por el apabullante Düsseldorf Arena, sede del evento, con capacidad para 35.000 personas.

Como sucederá el jueves en la segunda ronda previa, 19 países compitieron por las diez plazas disponibles para la gran final. La terna compuesta por Judith Rakers, Stefan Raab y Anke Engelke fue la encargada de dirigir este espectáculo, que arrancó con la polaca Magdalena Tul y el rítmico tema "Jestem".

Si por el nivel de los gritos que se escucharon en el estadio hubiese que calibrar el potencial de los participantes, la discotequera "What about my dreams?" de Kati Wolf (Hungría), la romántica "Running Scared", de Ell/Nikki, de Azerbaiyán, y "Get you", del rompecorazones ruso Alexej Vorobjov, tendrían muchas papeletas para el triunfo definitivo.

A ellos, y a los miembros del llamado "Big Five" -compuesto por España, Italia, Francia, Alemania y Reino Unido, los países que mayor aportación financiera realizan al festival-, se unirán el sábado las candidaturas de Serbia, Lituania, Grecia, Georgia, Suiza, Finlandia e Islandia.

Se quedaron fuera, además de los ya mencionados Portugal y Noruega, los representantes de Polonia, Albania, Armenia, Turquía, Malta, San Marino y Croacia, como resultado de la combinación del voto telefónico de la audiencia y el de un jurado profesional por país.

Este es un mecanismo que se introdujo hace ya dos años para frenar el sesgo del voto de la población inmigrante en los países occidentales a favor de los del Este, lo que en los últimos años casi había marginado de los primeros puestos a los pioneros de Eurovisión, que ya va por su edición número 56.

Como corresponde a una etiqueta tan abierta como la de "canción ligera", la primera semifinal de Eurovisión 2011 ha puesto sobre el escenario todo tipo de estilos, filtrados por el pop: folk, rock, disco, ritmos sesenteros... Sólo dos cosas parecen haber quedado desterradas del festival: el acento más folclórico o regionalista y la parafernalia gratuita.

Frente a lo que nos tiene acostumbrados Eurovisión, las extravagancias extramusicales se han limitado a una colorida recreación de la "revolución de los claveles" a cargo de los de por sí paródicos Homens da Luta (Portugal) y a los mágicos cambios de atuendo de la croata Daria, con explosiones de prestidigitador mediante.

Hablando de vestuarios, muchos son los casos en los que se ha atravesado la fina línea que separa la provocación de la temeridad y la excentricidad del ridículo. Mención especial merecen los casos de Albania, Armenia y Georgia, sin olvidar el pleno de la croata, que se ha cambiado tres veces de vestido en su actuación y no ha acertado ni una.

Otra cosa que casi ha quedado desterrada de este encuentro de culturas es, curiosamente, la diversidad idiomática. Sólo Portugal, Croacia, Polonia y Grecia (a ratos) han cantado en sus lenguas. Había que esperar a las cortinillas que introducían a cada país con la frase "siente el ritmo de tu corazón" para escuchar algo que no fuese inglés.