El rejoneador Antonio Domecq dice adiós a los ruedos después de veintitrés años en activo en los que ha disfrutado y aprendido mucho de lo que más quiere: el toro y el caballo. Para la efeméride, Domecq ha elegido Sevilla como la plaza en la que hará por última vez el paseíllo. "La plaza en la que toreé por primera vez en un festival hace muchos años y la que me ha forjado como rejoneador. Ese marco, esa afición, lo son todo para mí", reconoció. Y allí estará acompañado por sus compañeros Rui Fernandes, el benidormí Andy Cartagena, Leonardo Hernández, Joao Moura y Francisco Palha.

Según Domecq, esta es una retirada "meditada" y para la que no hay "marcha atrás", porque "después de tantos años luchando y toreando es el momento de dar paso a los jóvenes que llegan" a los que tratará de ayudar desde fuera, donde considera que puede ser más útil ahora.

Otra de las razones de su marcha, más personal que profesional es el poder dedicarse de pleno a su gente, a su familia, a su mujer e hijos y también a sus amigos. "Pasar con ellos todo el tiempo que no he podido durante tanto tiempo", apostilló.