El cardenal español y prefecto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Antonio Cañizares, ofició ayer, en el Colegio Español de Roma, un funeral por el cardenal emérito de Valencia, Agustín García-Gasco, fallecido el domingo en Roma, antes de poder asistir a la beatificación de Juan Pablo II. El cardenal falleció a los 80 años de edad a causa de un infarto en una habitación de la Residencia de las Obreras de la Cruz en Roma. Algunos obispos que se encontraban en Roma para asistir también a los actos de beatificación de Juan Pablo II acudieron a la misa.

Los restos mortales de García-Gasco llegaron a Valencia por vía aérea. Hoy se abrirá la capilla ardiente de 11 a 20 horas en el Salón del Trono del Palacio arzobispal, y el miércoles de 10 a 16 horas, y por la tarde a las cinco se celebrará el funeral en la Catedral de Valencia, que presidirá el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro.

García-Gasco, que fue arzobispo de Valencia desde 1992 hasta 2009, será enterrado en la capilla de San José de la Catedral de Valencia, según era su voluntad. La capilla de San José, en la que ya se encuentra excavada la tumba en la que reposarán los restos del purpurado, pertenece al siglo XVIII y al estilo neoclásico, y en su altar central está representada una imagen de madera policromada de San José con el Niño en brazos.