Imponentes, desmesuradas, titánicas, así son las esculturas en hierro del calpino Víktor Ferrando, uno de los artistas alicantinos con mayor proyección pública en estos momentos, creador de un universo de hierro que en cada muestra da otra vuelta de tuerca a sus pesados metales. Ayer tuvo la fortuna de diseminar una docena de sus obras en un sitio tan privilegiado como la explanada de acceso al Museo de la Universidad de Alicante, donde hasta el 30 de mayo permanecerá a cielo abierto la exposición Planet Ferrovia. Sector III. El muro de Planck. Desde una obra de 11.000 kilos -ahora trabaja en otra de 26 toneladas- acribillada por tornillos sin fin en todas direcciones de aire "semperiano", hasta el motor de un fenecido Rolls o diverso material ferroviario porque todas sus obras se nutren del acero por el que en otro tiempo circulaban los trenes. Pero su propuesta está lejos de la tierra pues el escultor apunta directamente al espacio, a lo que la ciencia conoce del Universo y a lo que aún es un misterio, pero también a la fantasía de la ciencia ficción. Ataviado con una camiseta de Silver Surfer, el personaje de la Marvel que surcaba el espacio a bordo de una tabla de surf, Ferrando presentó ayer la exposición y el catálogo, otra pequeña obra de arte, fundamental para conocer sus referencias y evocaciones. Y lo hizo rodeado de un elenco de lujo - aunque no todos pudieron estar presentes-: el escritor Emilio Soler, que leyó un vibrante texto sobre todos esos escritores, artistas o científicos que se encuentran en Ferrando, colabora en el catálogo, al igual que el José Luis Ferris, que le ha escrito un poema para la ocasión y que cuando ayer Ferrando lo leyó no pudo evitar emocionarse. También acudieron el director del MUA, Mauro Hernández o el astrofísico de la UA Juan Vicente Pérez Ortiz, quien junto a su colega alicantino Valentín Martínez Pillet, del Instituto de Astrofísica de Canarias, ha elaborado un artículo para el catálogo. "Es un sueño que me haya hecho un texto una de las mayores eminencias sobre el Sol", subrayó el escultor. Gaeran Leclercq, Consuelo Ciscar y el empresario José Julián Farell -mecenas de este proyecto- completan la nómina. Soler, que definió como pavorosas sus obras, subrayó la unión de arte y ciencia y evocó a Marinetti, a Whitman, a Borges y a esos "laberintos mágicos que recorre frecuentemente Víktor en sus obras".

Ferrando, que reconoció que sin la colaboración de la institución pública y las empresas su exposición sería inviable, definió su propuesta como "un muro en movimiento, infranqueable", que trata del momento de la creación del sistema solar y en el que "la gran incógnita es saber qué ocurrió antes". "El muro de Planck es el límite que la ciencia no ha posido traspasar todavía", agregó Pérez Ortiz sobre el viaje sideral de este calpino con parada en Marte, Venus o Mercurio, una invitación a traspasar los diques de la ciencia desde la incógnita de nuestro origen, "desde ese instante cero hasta llegar a nuestros días", como dijo ayer el hombre de hierro.