La exposición "Camino de las cigarreras", que se inaugura mañana en la nave de Cultura Contemporánea de la antigua Fábrica de Tabacos de Alicante, recopila diversos materiales en homenaje a las más de 5.000 mujeres que trabajaron allí durante dos siglos.

La muestra, organizada por Alicante Cultura y en la que ha colaborado Ciudad de la Luz, ha sido visitada hoy por el concejal de Cultura, Miguel Valor, por Gertru Gómez y Begoña Martínez, que han gestionado el proyecto, y por representantes de la plantilla de la antigua fábrica, como Maribel Tormo y Juan Luis Llopis.

Fuentes municipales han indicado que la exposición se ha configurado como "un recorrido sentimental" en torno a la vida y el trabajo de las miles de mujeres que desempeñaron sus tareas en un centro productivo que fue "un motor para la economía y el dinamismo social de la provincia".

La muestra se desarrolla a lo largo de tres espacios: el vestíbulo de la nave de Cultura Contemporánea, el conjunto expositivo Caja Blanca y las salas para audiovisuales del subsuelo.

Parte del bagaje emocional que la fábrica y sus gentes suscita en varias generaciones de alicantinos ha sido captado por ocho creadores alicantinos que han plasmado esos sentimientos a otras tantas obras artísticas.

Los autores que han creado obras, instalaciones, audiovisuales y vídeos para la ocasión son: Antonio Alcaraz, Pepe Calvo, Paco Valverde, Cristina de Middel, Begoña Baeza, Olga Diego, Isaac Montoya y Teresa Lanceta.

La muestra recopila arte, fotografías, narración oral, máquinas, documentos, carteles, vídeos e instalaciones creadas al efecto a partir de nuevas tecnologías.

"Camino de las cigarreras", que podrá ser visitada a partir de mañana y hasta el próximo 1 de mayo, lleva detrás una voluminosa tarea de investigación, así como la recopilación y escaneo de cientos de fotos antiguas, aportadas por trabajadores y cigarreras.

La fábrica de tabacos de Alicante abrió sus puertas en 1801 en su histórico enclave, entre los barrios de San Antón y El Pla.

En 2002, el personal, las máquinas y otros efectos fueron trasladados al polígono industrial de Las Atalayas.

Las últimas cajetillas que salieron de sus líneas mecanizadas vieron la luz en diciembre de 2009, cuando la factoría cerró definitivamente.