La afición al póquer le vino de pequeño, interno en un colegio de Alicante. Poco después, sin apenas percatarse, ya se estaba apostando los cigarrillos que clandestinamente colaban en las clases y, casi sin quererlo, comenzó a considerar el póquer como algo más que un juego al que uno le dedica muchas horas solo por afición...

La historia del alicantino Rafa Planelles se remonta cuando no era más que un niño, pero fue hace un año cuando tomó la decisión que dio un giro radical a su vida. Con un trabajo fijo en el registro de la propiedad número 4 de Alicante, Planelles vivía ajeno al terremoto de la crisis económica con una plaza fija y una juventud dispuesta a abrirle nuevas oportunidades. Sin embargo, Planelles no era totalmente feliz, porque en su interior seguía cultivando el sueño por seguir dedicándose al póquer.

Por ese motivo, todas las tardes, cuando Rafa Planelles llegaba a casa del trabajo, se quitaba el traje y corbata, se enganchaba a Internet, y escribía sobre la pantalla del ordenador el nombre artístico con el que se le conoce en el mundo del póquer: "kabutty".

Las primeras sesiones, como las que puede llegar a alcanzar ahora, eran de unas 10 horas. Con las partidas, el tiempo se esfumaba, y con cada sesión terminaba sobre las cinco de la mañana. Y al trabajo tenía que presentarse solo dos horas después, a las siete en punto. "Llegaba hecho un zombi y tenía que tomar un café horroroso para disimular la situación. Pero entre que iba siempre con falta de sueño y que mi jefe no paraba de joderme, tomé la decisión definitiva", apunta Planelles.

Por eso un día se presentó en el despacho, solicitó un año de excedencia y fue a continuación a ver a su madre para exponerle la situación: "Tú ya eres mayorcito para saber lo que haces", le espetó. Y vaya si tenía razón.

Rafa Planelles gana hasta 12.000 euros en algunos de los torneos donde participa por Internet, aunque se ha llevado otros premios menores que van de los 1.000 a los 5.000 euros. "Fue una decisión muy complicada. Pero hice números y me decanté por el póquer. Se lo comuniqué a mi familia. Algunos me creyeron más, otros menos, pero con el tiempo se han dado cuenta que tenía razón. Y tengo que decir que este no es un trabajo fácil, sino que está lleno de estrés, hay que estar siempre peleando y llueven muchos "palos", pero cuando llega la alegría, ésta es muy grande", señala Rafa Planelles, en una entrevista realizada a través de Facebook.

Tan bien le fue a Rafa Planelles que, además de cumplir el sueño de dedicarse profesionalmente al póquer, cogió un avión rumbo a Costa Rica para exprimir a tope el jugo de la vida. "Me vine para hacer surf, por el clima y porque el horario para jugar al póquer por Internet es excelente. Desde aquí, pillo el horario americano y puedo empezar a jugar por la tarde y acabar de noche. No como ocurría en España, que empezaba las sesiones de noche y terminaba cuando ya salía el sol...", confiesa el jugador alicantino.

En el póquer, al igual que otros tipos de juegos y apuestas por Internet, existen varias modalidades. En este caso, cuando Rafa Planelles entra en materia, se inclina por las llamadas "Sit and go" (SNG), que consisten en partidas cerradas y de poca gente, que se caracterizan por su rapidez en la resolución. El dinero que se juega oscila entre los 30 y 100 euros por manga. En esta clase, el jugador alicantino finalizó en el puesto 16 de todo el mundo en el 2009. "He ganado pequeños torneos, pero aún no he ganado nada "gordo". Eso está aún por venir", afirma.

Pero el universo del póquer no es una carrera fácil ni barata en su camino al éxito. "Hay días en los que, cuando juego, no paro de recibir "palos", y tienes que tener en esos momentos los nervios de acero y, como dicen en el mundillo "no tildarte". En otras palabras: que los "bad beats" (malos golpes) no afecten a tu juego, porque hay días en los que puedes estar perdiendo sin parar con buenas cartas. Pero esto es como un juego escalonado, en donde a la larga el buen jugador siempre gana. También digo que es muy duro, cuando ves que tu dinero baja y baja, porque digamos que esto es como una empresa que no factura y solo tiene pérdidas, entonces empiezas a ponerte tenso y todo se vuelve del revés. Pero con cabeza y con paciencia se sale del hoyo", añade Rafa Planelles.

El jugador alicantino siempre juega on-line, por la comodidad de andar por casa y la tranquilidad que le concede el silencio, "porque en los torneos físicos todo el mundo está gritando y hablando de jugadas sin parar".

Pese a todo, no hace más de un mes, llegó una de las noticias que más alegrías le han aportado en su corta carrera profesional en el póquer al asistir al Torneo Internacional de Pokerstar que se celebraba en las Bahamas representando a España. "Llegué al campeonato y me eligieron por ser líder de los torneos de Pokerstar en toda España. Y los tres jugadores restantes que llegaron fueron por otros torneos satélites. Una vez hecho el equipo de cuatro, jugamos unas fases previas on-line, con distintos países europeos, y pasamos primeros de grupo", afirma. Al final, quedaron sextos del torneo, aunque dejaron a muy buen nivel a España, que no estaba entre los favoritos. "El póquer es un juego de estrategia, táctica y probabilidad (que algunos llaman suerte), pero no deja de ser un juego de porcentajes. Y eso fue lo que nos falló en el torneo", apunta Planelles.

Las dos principales webs donde se juega en España son pokerstar.com y fulltilt.com. Son las páginas de referencia, pero hay docenas de ellas, en las que a la vez podemos encontrar miles de usuarios, incluso muchos más que en los videojuegos en boga. De hecho, el juego del póquer por Internet es una de las modalidades que más dinero mueve en la red de redes, a diferencia de otras como la ruleta. Recientemente, varios colectivos del juego en España calcularon que el importe jugado en el 2011 (en máquinas recreativas, en bingos o casinos) rondará los 16.700 millones de euros, un 22 por ciento menos que durante los tres últimos años, un descenso que contrasta con el progresivo crecimiento on-line.

En este sentido, existen otros jugadores de la provincia de Alicante que tampoco son ajenos a esta nueva moda, como Rafael G. M., un usuario asiduo a los torneos físicos del Medio Vinalopó y que no hace mucho se llevó un pequeño campeonato de Pokerstar con 3.000 euros. Normalmente, juegan solo por diversión, realizan pequeños encuentros con los amigos en Internet, pero la diversión se intercambia por la ambición cuando el dinero se acumula sobre la mesa.

"En estos últimos tiempos, el póquer se ha convertido en una fiebre en la que cada vez hay más y más jugadores. De hecho, hasta la mitad de mis amigos juega y algunos, por cierto en Alicante, son muy buenos. Vamos, que hasta mi novia se ha hecho jugadora", bromea Rafa Planelles.

¿Ha cumplido entonces el sueño que arrastra desde niño de dedicarse profesionalmente al póquer? "Sí, la verdad es que estoy alcanzando mi sueño, porque al principio, cuando dije que me dejaba el curro, la gente me decía que estaba un poco loco, que no sabía lo que estaba haciendo, con la que estaba cayendo por la crisis... pero al final salió todo bien y aquí sigo peleando, y de momento no me puedo quejar. Mi siguiente objetivo es comprarme una casa con lo que gano jugando, pero de momento no tengo pensado ir a ningún otro evento importante... Me quedaré aquí en Cosa Rica, pero uno nunca sabe...", concluye el jugador alicantino.

Rafa Planelles tiene previsto regresar a Alicante este próximo verano, para estar cerca de nuevo de sus amigos y familia. "No sabes cuánto echo de menos las tapas de la terreta", me cuenta. Hasta entonces, solo el tiempo y "los porcentajes" dirán si, a su vuelta, llegará además con los bolsillos rebosantes de dinero.