Son numerosas las emisoras que inundan la frecuencia modulada, emisoras que para muchos oyentes se convierten en la voz y la melodía de su día a día. Y es que la radio sigue creciendo, según el último EGM de 2010 es un medio en alza, con 22,4 millones de seguidores. Sin embargo, entre la gran oferta de radios comerciales con emisiones generalistas y musicales existen otras voces. La otra palabra la ponen las radios comunitarias, emisoras que forman parte de ese llamado tercer sector de la comunicación.

Estos medios de comunicación que nacen de la iniciativa de ciudadanos a través de asociaciones sin ánimo de lucro llenan las ondas con programas que acercan la cultura de la calle al ciudadano: la música de esos grupos que están empezando, los estilos que en otras emisoras no suenan, las ideas y actividades de las asociaciónes culturales que enriquecen cada rincón de una ciudad, un pueblo o un barrio, debates políticos con otras perspectivas. Y así, tantos programas, tantos estilos y tantos contenidos diferentes como ganas de comunicar.

La provincia de Alicante cuenta con varias emisoras comunitarias pioneras en la difusión de contenidos alternativos y libres de los intereses económicos que determinan los contenidos publicitarios. Inundando la FM destacan, al sur de la provincia, Vega Baja Radio, con veinticinco años de historia recién cumplidos; al norte, La Mistelera, asentados en La Xara (Denia); y en el interior encontramos a Radioaktiva, desde Alcoy.

Todo ello al margen de que para la Generalitat en la Comunidad Valenciana estos medios no existan, y en todo caso los considere como "radios de proximidad", pese a que la única emisora comunitaria con licencia de España tenga su sede en Valencia y emita desde 1982, Radio Klara.

Tras años de ser metidas en el mismo saco que las conocidas emisoras "pirata", empresas con fines comerciales que emiten sin licencia, estos proyectos asentados sobre los pilares de la cooperación vieron como a principios de 2010 el Estado reconocía su existencia en la Ley General de la Comunicación Audiovisual.

Sin bien para algunos este reconocimiento supone el punto de partida para poder seguir trabajando, plataformas como AMARC (Asociación Internacional de Medios Comunitarios), ReMC (Red Medios Comunitarios), o Radios Lliures, han llamado la atención ante una posible normativa que coarte la labor de estos medios comunitarios.

La ley

Por el momento, todos los medios comunitarios que emiten en FM están pendientes de que se publique el proyecto de Real Decreto que establece el reglamento técnico sobre el cual deben funcionar. Para José Ramón Samper, coordinador de Artegalia Radio de Alicante, el reconocimiento de las radios comunitarias es un hecho positivo, sin embargo, destaca que el reglamento que se quiere aprobar limita mucho la potencia de las emisoras y "una radio comunitaria no tiene por que ser una radio pequeña o de barrio", explica Samper. Y es que según el reglamento técnico pendiente de aprobación, las emisoras del tercer sector solo podrán emitir con una potencia de 5w si se encuentran situadas en poblaciones de más de 100.000 habitantes. Para poblaciones más pequeñas la potencia de emisión se reduce a 1w.

Como ejemplo para entender lo que supone esta limitación basta con revisar la historia de una emisora como Vega Baja Radio, que hace veinticinco años comenzó con 7w. Con la saturación actual de radiofrecuencias, con 5w no se suele superar el kilómetro de alcance y lo habitual en emisoras comunitarias es trabajar entre los 250 y los 500w. Con esta medida pretenden ajustar la cobertura de las emisoras impidiendo que superen más del 20% de la población para 100.000 habitantes y nunca sobrepasar, en todo caso, el término municipal en el que se encuentre situada radio.

Gastos de explotación

Otro de los puntos más criticados de la Ley General de Comunicación Audiovisual es el establecimiento de un tope para los gastos por explotación, que para las emisoras radiofónicas se ha establecido en 50.000 euros anuales. Este tope económico, que ningún otro tipo de asociación sin ánimo de lucro sufre, influye directamente en la capacidad de inversión de las asociaciones en la mejora de los contenidos, ya que a pesar de no estar legisladas hasta el momento, sí que deben hacer frente a los mismos gastos que cualquier otra plataforma: gastos de alquiler, agua, luz, materiales, equipos técnicos, sueldo de personal contratado... Además de la consecuente cuota a la SGAE sí emiten música o contenidos con derechos de autor. Con el objetivo de evitar este último sobrecoste muchas de las emisoras comunitarias optan por los contenidos bajo licencia copyleftcreative commons.

Para la mayoría de estas plataformas cuyos ingresos provienen de las cuotas de los socios, patrocinios o fondos recaudados a través de fiestas y conciertos, el tope económico sólo busca limitar su crecimiento y profesionalización. Punto de vista que comparte la AERC (Asociación Española de Radiodifusión Comercial) para la cual "el tope de gastos anuales para las radios comunitarias marcado por la Ley es una manera de limitar su funcionamiento a su vocación radiofónica".

El punto de vista tranquilizador lo aporta Jaime Rodríguez, director del departamento de derecho audiovisual del gabinete jurídico Diez & Romero, quien recuerda que en el momento que se publique el reglamento que regirá la radiofonía del tercer sector existirá un periodo transitorio que permitirá seguir emitiendo a todas aquellas emisoras que estuvieran en funcionamiento antes de 1 de enero de 2009 y cumplan los requisitos que la ley estipula sobre radios comunitarias: estar sustentadas por asociaciones sin ánimo de lucro y contar con una emisión ininterrumpida. Respecto a la emisión de publicidad que la Ley de Comunicación Audiovisual prohíbe en medios comunitarios,Rodríguez apunta que la carencia de mecanismos de control adecuados deja en lugar indeterminado la utilización de contenidos publicitarios para obtener fondos para las asociaciones.

La falta de licencias convierte la Red en la única alternativa

Las emisoras comunitarias que emiten en FM no son las únicas, existen muchos más proyectos que han buscado refugio en la web debido a la falta de licencias para la emisión en abierto por FM. Artegalia Radio, es una asociación que ha encontrado cobijo en la Sede Ciudad de la Universidad de Alicante y que lucha por acercar la radio a la calle, abriendo su estudio a todo aquel ciudadano o plataforma que esté interesado en poner su voz, sus ganas y su punto de vista al servicio de la igualdad y los derechos humanos, pilares estos de la mayoría de los medios comunitarios.

Otra de esas emisoras de nadie y de todos es Planeta Mestizo, medio que busca la autogestión y rechaza configurarse como asociación, ya que para el creador del proyecto, Ximo Sánchez, "registrarse como asociación te vincula a las instituciones".

Y se puede seguir buscando: TNT radiorock, Marea Rock, Estación Argentina,... todas ellas emisoras online que buscan completar ese hueco de contenidos que las radios comerciales no cubren. a.c.