La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes presentó ayer en la Universidad de Alicante su nuevo aspecto, externo e interno, tras la renovación experimentada en este fondo cultural creado en 1999 con el fin de difundir las letras iberoamericanas en el mundo. De los 2.000 registros con los que comenzó su andadura ha pasado a un catálogo de 130.000 libros, 1,3 millones de usuarios al mes y una media de 500.000 visitas diarias, como avanzó el rector de la UA, Ignacio Jiménez Raneda.

Después de una década de funcionamiento y con innovaciones que marcan una nueva era en esta biblioteca, el propósito para el futuro pasa por la socialización y la personalización de los contenidos, según explicó ayer el director adjunto de la BVMC, Rafael Carrasco. El responsable recordó que ya se han dado los primeros pasos con la creación de un blog al que cualquiera puede acceder, un canal de difusión de noticias de la biblioteca y ya hay presencia en Twitter y Facebook, pero el paso próximo es "crear nuestras propias redes sociales para los usuarios, personalizar la biblioteca -saber qué he leído, cuándo, o las recomendaciones que me han hecho- y hacer inteligente la red, ayudando a que los ordenadores nos ayuden a nosotros a encontrar fácilmente las cosas".

Carrasco apuntó que la biblioteca debe anticiparse y ofrecer al usuario sugerencias a partir de su origen o de cómo ha utilizado la biblioteca. Respecto a la creación de redes sociales propias, "significa la posibilidad de tener listas de usuarios con intereses comunes, grupos que realizan actividades con tu información y que construyen nuevos elementos que pueden integrarse luego en la biblioteca", indicó, tras añadir que "para que participen más los usuarios y participen como ellos quieran, que decidan ellos cómo se organizan".

Enrique Rubio, director de la Biblioteca Virtual señaló que con las innovaciones tecnológicas introducidas, se facilita y agiliza el acceso al fondo bibliográfico "y se permite adecuar el contenido a lo que queremos ver de forma más rápida". Otra novedad es que se puede configurar la biblioteca en consonancia con las preferencias literarias, "como lo haríamos si tuviéramos una biblioteca de libros en papel, ordenados por títulos, por épocas, por autores".

La nueva Cervantes presentada ayer se encuentra coordinada con la biblioteca europea Europeana y facilita la conexión con otros servicios, como ofrecer servicio de impresión por pedido de obras que no están en papel, su correspondencia con otros dispositivos distintos al ordenador -móviles, ereaders o portalibros-, la conversión de 7.500 obras a cualquier formato o la recuperación de fuentes originales, como vídeos, empaquetados de otra manera con una calidad mayor.

El catálogo actual de la BVMC comprende 130.000 registros, entre libros a texto completo, publicaciones periódicas, materiales audiovisuales, vídeos en lengua de signos, tesis doctorales, incunables o primeras ediciones. De ellos 30.000 son obras propias y 23.000 pertenecen a otros socios o proveedores.

Las entradas al catálogo también se facilitan ahora al poder acceder a la obra completa y una colección de clásicos con un centenar de obras se han diseñado para dispositivos portátiles que en breve se podrán descargar de distintas librerías virtuales, por lo que "muy pronto será posible llevar todo Cervantes o todo Galdós a todas partes", apuntó Rubio.

A todo ello se añaden a la biblioteca sistemas de búsquedas más eficaces que filtran contenidos y formatos y que permiten la búsqueda simultánea en el catálogo por título, autor o contenido, y otras herramientas nuevas, como el visor facsimilar, para ver mejor los contenidos.

El rector Jiménez Raneda, que recordó a Andrés Pedreño como uno de los impulsores de la Cervantes, manifestó ayer su confianza en que la nueva biblioteca "continúe siendo la referencia en Internet del español".