El Capitán Trueno, Crispín y sobre todo el fornido Goliat eran machistas, porque aunque siempre ayudaban a las damiselas en apuros relegaban a la mujer a papeles secundarios y arremetían contra las obesas, según las conclusiones del investigador del tebeo español Jose Antonio Ortega.

"Como todo medio de comunicación de masas, el cómic es un reflejo de la sociedad de su tiempo y de nosotros mismos, y el Capitán Trueno lo era de su época", manifiesta Ortega, que a pesar de su tesis sobre la actitud del mítico héroe intenta evitar subirse ahora al "carro de las acusaciones fáciles". Este miembro de la Asociación de Amigos del Capitán Trueno y autor del libro "El Capitán Trueno: un héroe para una generación" tampoco pretende "cargarse" al héroe medieval, sino "contar cómo la cultura de un país" puede dar lugar a fenómenos como el machismo.

Ortega, que pronunció esta semana la conferencia "Capitán Trueno: heroicidad y violencia de género" en el XI Encuentro del Cómic y la Ilustración de Sevilla, analizó las viñetas publicadas entre 1959 y 1968 por el dibujante Miguel Ambrosio Zaragoza "Ambrós" e ideadas por el guionista Víctor Mora, y halló lo que según él son pruebas evidentes del machismo del capitán.

Así, tras mostrar cómo el héroe golpeó a su amada Sigrid al principio de la serie para cargar con ella y evitar que se ahogase -"Lo siento, amiguita, pero es para salvar tu vida", le señala el capitán a la inconsciente heroína-, Ortega indica una viñeta en la que el caballero medieval propina una patada en el trasero a una mujer pirata ante la risa de sus dos amigos. En esa misma historieta, poco después, el héroe "regenera" a la mujer pirata poniéndola a cocinar pescado para él y sus compañeros de aventuras. Pero el investigador marca a Goliat el tuerto como el que más ejerce la violencia contra la mujer, especialmente contra las obesas y guerreras. "Ser gorda era una desgracia en este tebeo", subraya Ortega.