Actores y acróbatas, o al revés, salen una vez más al particular escenario del Circo del Sol. Diversión, comedia, espontaneidad, fantasía y agilidad son los ingredientes que se vuelven a fundir en el espectáculo que esta macrocompañía lleva de gira por Europa. Su título, Corteo (cortejo, en italiano) y su llegada a Alicante, el 27 de julio de 2011, como una de las cuatro ciudades españolas incluidas en el calendario para el próximo año, junto a Madrid, Valencia y Sevilla.

La Grand Chapiteau quedará de nuevo instalada en Rabasa, en el espacio que ya fue habilitado para su primera parada en la ciudad en 2008, cuando el Circo del Sol presentó Quidam tras comprobar que el emplazamiento cumplía los requisitos. Las reuniones mantenidas entre el Ayuntamiento y la compañía canadiense dieron frutos más allá de la puesta en escena y sirvieron para cerrar un acuerdo por el que cada dos o tres años la gira pasaría por esta ciudad. Y así lo hará el próximo 27 de julio para quedarse durante un mes, hasta finales de agosto.

Nada menos que 80 camiones se trasladarán a Alicante con todo el montaje necesario para poner en escena Corteo, convertida en la mayor producción que se encuentra en estos momentos en gira y en la séptima que el Circo del Sol trae a España.

En esta ocasión, el hilo conductor del espectáculo es un payaso que imagina su propio funeral. Pero la tristeza no tiene cabida. El funeral se desarrolla en un ambiente de carnaval. Todo ello, en un encuentro entre lo grande y lo pequeño, lo ridículo y lo trágico, la perfección y la imperfección, como reflejo de la humanidad que existe dentro de cada persona.

Corteo fue presentado ayer en Madrid, primera ciudad de la gira española que dará comienzo el próximo 2 de abril, en un acto en el que se realizó una demostración del espectáculo con algunos de sus números. José Ramón Corraliza, vicepresidente de operaciones técnicas del Circo del Sol, y Sylvie Galarnau, directora general artística de la compañía, hablaron de las características de este montaje, cuyos artistas emitieron un mensaje en español a través de un vídeo desde Moscú, donde se encuentran ahora de gira.

¿Qué sorprenderá al público de Corteo? Sylvie Galarnau asegura que el hecho de que la historia tiene un final que el espectador tienen que descubrir, ya que hasta ese momento no se sabe si se trata de realidad o de un sueño. Eso y la ambientación "teatral y poética" del espectáculo, creado por Daniele Finzi Pasca, que traslada hasta principios del siglo pasado.

Un gran entramado técnico

Danza de hielo, golf, escalera acrobática, marioneta, candelabros, camas mullidas, básculas, vasos de cristal y cuencos tibetanos son algunos de los veinte números con los que el Circo del Sol ha construido esta historia, en la que intervienen 62 artistas de diferentes países del mundo y que ya ha sido vista por más de cinco millones de espectadores desde su estreno en Montreal en 2005.

Esta torre de babel, en la que se hablan más de una decena de idiomas, viaja además con 80 empleados, dos médicos y una espectacular escenografía de Jean Rabasse, en la que destacan las cortinas que sirven de fondo de escenario en el Grand Chapiteau y que están inspiradas en artistas como Picasso, Tiépolo, Willete o Knight. Estas telas, de cerca de 18 metros de ancho y 12 de alto, se cosieron en Canadá y fueron pintadas en Francia a lo largo de dos semanas.

El escenario giratorio que llegará a Alicante, de 32 metros de largo, estará dividido en dos partes, con la novedad de que la mitad del público estará frente a la otra mitad, lo que hará que los espectadores vean a otros espectadores desde el mismo ángulo que los propios artistas, algo novedoso dentro de la trayectoria del Circo del Sol.

Otra de las novedades técnicas de este montaje es la estructura interior, que tiene una gran complejidad, ya que se utiliza para transportar los elementos escénicos y las piezas del equipamiento acrobático. La macrocarpa del Grand Chapiteau está atravesado por dos raíles, con cuatro carros cada uno para el transporte de estructuras del espectáculo y con una capacidad de carga de 450 kilogramos. Y en el centro del escenario hay un laberinto que reproduce exactamente las proporciones y el tamaño del diseño clásico del suelo del pasillo de la catedral de Chartres.

Además, durante el espectáculo se utilizan más de 260 trajes, diseñados por Dominique Lemieux, para los que se han usado cerca de un millar de telas diferentes, algunas de ellas pintadas con aerógrafo. Como dato, decir que cada día de actuación se necesitan entre 12 y 14 horas de planchado para tener todos los trajes a punto.

El Circo del Sol, que se fundó en 1984 en Canadá por un grupo de artistas callejeros, se ha convertido en una organización internacional con más de 1.500 artistas de cuarenta nacionalidades diferentes. Su primera aparición en España fue en 1998 y desde entonces ha incluido este país en sus giras europeas. De hecho, son ya casi cien millones de personas en el mundo las que han visto alguno de los espectáculos de esta compañía desde su creación.

"Esperamos no perder nunca la capacidad de sorprender", afirma Galarnau. "Conectamos con el público y ese es el reto y el objetivo, eso y preguntarnos constantemente si podemos seguir sorprendiéndonos a nosotros mismos".