Su nuevo libro se titula "¿Qué hace una persona como tú en una crisis como ésta?". ¿Ya lo ha averiguado usted, cómo hemos llegado a esta situación?

Es muy fácil. Empezó con aquello de las hipotecas basura que se dieron a gente que no tenía ninguna solvencia. Esas hipotecas, bien empaquetadas, se repartieron por todo el mundo y cuando el mercado inmobiliario norteamericano se hundió, pues se hundió el mundo y nos tocó a todos. Ahora, además, está lo de Grecia. Cuando la Unión Europea y Estados Unidos descubrieron que debía 231.000 millones de dólares y que había falseado las cuentas, supongo que Obama llamó a la señora Merkel y le preguntó: "Oye, por ahí abajo, ¿hay alguien que también deba bastante?". Entonces miraron a España y debíamos 1,1 billones, se pusieron nerviosos, llamaron a nuestro presidente y le dijeron: "Oye, majo, habrá que hacer algo". Al día siguiente hizo un plan de ajuste.

Menciona a Obama y Merkel pero también se habla mucho de que son "los mercados" los que nos imponen los ajustes. ¿Qué o quiénes son los mercados?

Es muy sencillo. Si yo necesito dinero y te digo "si me dejas dinero te pagaré al 3%" y va otro y te ofrece el 4%, lógicamente te irás con el del 4%. Eso son los mercados, tratar de invertir donde se paga más. El problema es que cuando España pide prestado, los inversores dicen "me fío menos de usted" y tiene que pagar más. Eso se traduce en que nos tienen que subir los impuestos, porque los intereses de la deuda ya nos cuestan 27.400 millones de euros, y todos nos quejamos.

Siempre ha sido muy crítico con las entidades financieras, a las que culpa de la crisis. La sensación que tienen muchos ciudadanos es que se van a ir de rositas...

Sí, los bancos que provocaron la crisis ya se están yendo de rositas. El otro día nuestro presidente fue a Washington a reunirse con la flor y nata de los financieros mundiales. Uno de aquellos señores, que estaba sentado a su izquierda, tenía que estar en la cárcel, no recibiendo a presidentes. Es un señor que ha hecho una estafa increíble y, además, bien pensada. Ha arruinado a miles de personas y el tío sigue entre la flor y nata. Y así hay unos cuantos.

¿Qué hacemos con los bancos?

Yo creo que los bancos lo han hecho muy mal. El problema es que en un banco también está su dinero y el mío, por lo tanto nos interesa que los salven aunque no se lo merezcan. Fíjese, en Estados Unidos dejaron caer a Lehman Brothers y, claro, todos los que tenían dinero allí... Creo que la salvación de los bancos era obligada pero por la repercusión que podían tener las quiebras, por nosotros, no por ellos. Lo que sí creo es que ha fallado mucha gente: Las entidades financieras que se inventaron esos productos extrañísimos que no los entendía nadie; los que los vendieron y luego los ingenuos que compramos una cosa que no entendíamos. Bueno, hemos aprendido que no tenemos que comprar lo que no entendamos. Muchos dicen que la culpa de la crisis la tenemos todos. Yo creo que unos más que otros.

Una de sus últimas teorías es la del "euro de goma", ¿en qué consiste?

Pues lo que digo es que, así como cambiamos de moneda y pasamos de la peseta al euro, ahora hay volver a cambiar y pasar del euro gastable al euro alargable, es decir, al euro de goma. Creo que viene una época larga en la que lo vamos a pasar peor. Si antes vivía al nivel 10, ahora voy a vivir al nivel 8 y eso significa que hay que gastar con la cabeza.

Vamos, que hay que estirar el dinero.

Sí, siempre pongo el ejemplo de una hija mía que el otro día aparece en casa con una falda muy bonita y me dice que se la ha comprado en las rebajas del mercadillo. O sea, que el mercadillo hace rebajas -algo que no sabía- y le ha costado cinco euros. Si voy yo me gasto 300 euros y eso es lo que no puede ser. Hay que gastar de otra manera y a eso es a lo que llamo el euro de goma. Hay que pensar que los euros que ingresamos no llevamos camino de aumentarlos, los sueldos se van a quedar como están una temporada, y los gastos siguen creciendo.

Usted critica mucho al Gobierno pero creo que tampoco le convence nada la oposición, ¿no tenemos esperanza?

Lo que digo es que el presidente Zapatero lo está haciendo espantosamente mal. Lo fácil sería pedir elecciones generales pero es que de los otros tampoco me fío nada. Creo que lo que hay que hacer es prescindir del presidente que tenemos y que el PSOE lo sustituya por otro. En la última remodelación, hubiera preferido que el Gobierno se quedara como estaba y que se hubiera marchado Zapatero. Con una buena pensión, con honores, como quiera pero que se vaya y pongan a otro.

Otro de sus objetivos habituales es el Estado de las autonomías porque dice que es muy derrochador, ¿no tiene nada bueno?

El Estado de las autonomías me gusta, porque si en mi pueblo tengo un problema me lo resuelve mejor el alcalde que el ministro de lo que sea. Ahora bien, si para resolver ese problema el alcalde contrata a 300 asesores, al final resulta más barato ir a Madrid a hablar con el ministro. A mí el Estado de las autonomías me encanta porque es acercar la solución al que está aquí pero lo que no me gusta es el funcionamiento.

Los que estamos en la treintena, ¿llegaremos a cobrar una pensión pública?

Yo en su lugar contrataría un plan de pensiones privado. En Europa hemos decidido no tener hijos y los viejos no nos morimos ni a tiros, con lo cual a cada joven le van a tocar siete viejos. Lo de prolongar la vida laboral es algo que se hará y también es muy posible que haya que pegar un apretón a las pensiones.