La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Alicante está a punto de concluir la limpieza de las fachadas del Archivo Municipal, un edificio histórico del siglo XVIII ubicado en el casco antiguo de Alicante.

La intervención -la primera que se recuerda de estas características, según el concejal de Cultura, Miguel Valor- se inició a finales del pasado mes de agosto y foma parte del Plan de Restauración y Conservación de Patrimonio Histórico y Paisajístico de la Ciudad de Alicante, dotado con 649.500 euros, en el que se incluyen otros inmuebles y 26 esculturas de la ciudad.

El edificio del Archivo Municipal pertenece al siglo XVIII, aunque tiene referencias anteriores al siglo XVI y XVII. Los trabajos se han centrado en la limpieza en seco de toda la superficie en sus tres fachadas -calles Labradores, San Isidro y San Andrés- y la limpieza de la costra negra mediante carbonato de amonio. A continuación se ha realizado la consolidación de la piedra y el tratamiento a la cornisa con hidrofugado para evitar que afloren pequeñas plantas y, tras ello, se ha procedido a la eliminación de las juntas en mal estado y sueltas. La intervención concluirá con el lijado y pintado de los elementos metálicos de la fachada y la aplicación de productos protectores antigrafitis.

Este inmueble alberga valiosos documentos que forman parte de la ciudad, como el Libro de Privilegios de Alfonso X El Sabio (siglo XIII), los estatutos y normativas de gremios de Alicante (siglo XVI), el pergamino de Fernando El Católico concediendo el título de la ciudad a la villa de Alicante (siglo XV), el Llibre de la Peixca (siglo XVI) o la Matrícula de tabarquinos (siglo XVIII). También guarda en sus 6.500 metros de estanterías los planos del Monasterio de la Santa Faz, del barrio de San Roque o de las obras del Ayuntamiento, así como carteles de temática taurina, festiva o cultural, o las colecciones fotográficas de Sánchez, Collado, Frías, Senante y Bañón. La biblioteca, las crónicas o la hemeroteca, con publicaciones desde 1834, son otras de sus joyas guardadas.

El propietario más antiguo de la casa de Labradores fue Tomás Caturla, que en su testamento, otorgado el 2 de diciembre de 1768, fundó un mayorazgo al que vinculó esta mansión.