Que la música contemporánea española ha conseguido encontrar su espacio es un hecho. Eso queda demostrado con el Festival de Música de Alicante. Otra cosa es que los diferentes sectores que intervienen en la creación, promoción, difusión y comercialización actúen al unísono. Conseguir crear una plataforma profesional que sirva de punto de encuentro a las diferentes eslabones de esa cadena es lo que persigue el I Encuentro Profesional de Música Contemporánea de Alicante que se celebra hoy y mañana en la Casa de las Ideas del Centro Cultural Las Cigarreras.

Será la primera feria de estas características que se celebra en España y se puede decir que una de las pocas experiencias monográficas de estas características de se realiza en Europa. Discográficas, editoriales, promotores y grupos se dan cita en este recinto (de 10 a 18 horas), bajo el auspicio del Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (INAEM) a través del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea (CDMC).

"Esta plataforma tiene como objetivo que el sector de la música contemporánea pueda mostrarse en una situación de empresa cultural", afirma Jorge Fernández Guerra, director del Festival de Alicante y también del CDMC. En total son dieciocho expositores, entre ellos la Asociación de Música Plural Ensemble de Madrid o Enigma de Zaragoza, además de editoriales como Seemsa, Schott Music y Tritó o los sellos discográficos Verso y Fundación Sax-Ensemble. "Hemos intentado que estén representados los sectores profesionales que están activos, fundamentalmente editoriales, sellos discográficos, tiendas especializadas y los propios grupos que tengan algo que mostrar", afirma.

"Queremos ofrecer un escaparate sobre el momento que atraviesa la música española, también a profesionales extranjeros". De hecho, se ha invitado a quince programadores, profesionales, críticos y responsables de sellos editoriales de otros países para que puedan conocer la creación musical de este país.

En este encuentro se van a organizar también citas profesionales para que puedan entrevistarse grupos, programadores, discográficas y editoriales. "Siempre pensamos que en España no hay editoriales pero ya hay medio centenar, de las que un tercio se dedican a música contemporánea; ahora se trata de que maduren, de que se desarrollen porque sin ese tipo de empresa este tipo de creación no puede salir adelante".

En este sentido, Jorge Fernández apunta la necesidad de que se tome conciencia de que se trata de una industria, que es lo que sucede en otros países europeos. "Son empresas privadas y se guían por su lógica, pero mejoran y proliferan cuando hay comercio. Por eso es bueno que se conozcan y que entren en contacto para darse cuenta de que si se identifica como industria cultural tiene posibilidades de avanzar y crecer, tienen que ser conscientes de que son un sector y que pueden retroalimentarse".

Esta transformación, afirma, "significa, esperamos que de forma definitiva, la elevación de la música contemporánea en España al rango de empresa cultural capaz de enfrentarse a todas las vicisitudes de la vida profesional, especialmente desde el plano económico y empresarial". El director del CDMC hace esta afirmación en referencia a que la industria musical necesita "hacerse robusta, ganar dinero, crecer en el ámbito de la economía de mercado y poder ser un poco autónoma de la economía de la subvención para poder sobrevivir".

No obstante, manifiesta que en la última década "ha mejorado mucho, lo que pasa es que veníamos de muy atrás. Ahora podemos decir que existe como sector económico, pero hace diez años yo no me hubiera atrevido a decir que eso era así".

En el transcurso de la feria se han organizado cuatro pequeños conciertos, a cargo de otras tantas agrupaciones jóvenes: el neoArs Sonora de Granada, el Trío de Magia de Valencia, el Arts Trío de Madrid y el Trío Pérez Iñesta, cuyos componentes dividen su trabajo y residencia por diferentes capitales europeas.