Diez años en la red son más que una década. La carrera de fondo de las nuevas tecnologías multiplica su velocidad por mil y si no se asume ese avance exponencial se corre el peligro de pasar al pelotón de cola. Consciente de esta realidad, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes se encuentra inmersa en la mayor renovación tecnológica de su historia, con el objetivo de convertir este sitio en Internet no solo en un centro de visitas y consulta sino en un espacio interactivo en el que las redes sociales vayan ganando terreno.

El proceso comenzó el pasado año, fruto de la reflexión de los primeros diez años de existencia de la BVMC. Se creó un plan estratégico entre la Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, la Universidad de Alicante, a través del Taller de Imagen y el departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos, y otros colectivos a los que se consultó para este proyecto de adaptación al nuevo Internet de las redes sociales. Los frutos de esta labor empezarán a ver la luz el próximo mes de octubre: nueva imagen, renovación del diseño gráfico y nueva infraestructura tecnológica. A partir de ahí, se irán incorporando nuevos servicios para fomentar la creación de grupos y enlazar contenidos y catálogos.

"Los sitios que están teniendo más éxito son aquellos en los que la gente recibe pero también puede aportar. Por eso llegamos a la conclusión de que para que la Biblioteca Miguel de Cervantes siga siendo líder en los proyectos culturales en español tenía que adoptar una filosofía más abierta, de manera que la gente pueda utilizar los contenidos, pero también compartirlos y hacer comentarios sobre ellos". Lo dice Rafael Carrasco, director adjunto de la BVMC y catedrático del departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UA, que coordina esta transformación.

"También se vio que la base tecnológica se había quedado obsoleta porque se había hecho pensando en una biblioteca más clásica. Por eso -asegura Carrasco- era el momento no solo de un cambio de imagen sino de una renovación más profunda de los medios técnicos".

Todo ello implica la adaptación a la nueva situación con la participación de los usuarios y también a los nuevos dispositivos que están surgiendo. Ese es el caso de la impresión de libros bajo demanda, algo que ya está en funcionamiento, o bajar los textos a los nuevos dispositivos móviles, como iPad o iBook.

"Es como si una biblioteca la trasladas de edificio, pero tiene que seguir dando servicio. Al principio, los usuarios no van a notar muchas diferencias , pero creamos una base para poder construir y ampliar más cosas, sobre todo las descargas en dispositivos móviles y también establecer algunos servicios de tipo colaborativo para que un usuario pueda crear su grupo de amigos, enlazar contenidos y compartirlos. En realidad los cambios los empezaremos a ver claramente en 2011".

El objetivo, apunta el director adjunto de la Biblioteca Miguel de Cervantes, "es ayudar a que el impacto de la BVMC sea mucho mayor, adelantándonos a un posible estancamiento, que hasta ahora no se ha producido. No podemos competir con los grandes proyectos de digitalización como Google o la Biblioteca Digital Europea, pero podemos intentar ir por delante en servicios, tenemos que estar siempre pensando en cuál es nuestro hueco".

Novedades

Una de las partes fundamentales es la adaptación del catálogo de la Biblioteca Virtual, con cerca de 80.000 obras y 60.000 documentos, para que pueda servir también de catálogo a otras bibliotecas virtuales y para que albergue a su vez catálogos de otras universidades. Además, el usuario encontrará un blog y un acceso a redes sociales de manera que pueda intervenir y crear comunidades en torno a autores o temas o épocas literarias determinadas. También tendrá su grupo en Facebook y se ha puesto en marcha un canal en Youtube de la BVMC para colgar audiovisuales.

Por lo que respecta a la descarga de libros, la Fundación de la Biblioteca Miguel de Cervantes trabaja en la creación de un catálogo, de alrededor de 300 obras en principio, para comercializarlas desde distintas plataformas, a través de librerías en la red, en concreto la que está creando Movistar y Grammata, que comercializan los soportes de lectura de libro electrónico. Los usuarios que quieran una descarga tendrá que hacerlo a través de estas librerías y editoriales virtuales.

Además, ya está en marcha la impresión bajo demanda, a través de Bubok, que cuenta con 500 volúmenes de la BVMC, y de Obrapropia.