¿Qué es el amigurumi?

Es una técnica japonesa de ganchillo. El crochet que conocemos de nuestras abuelas -el tapete, la rebequita- utiliza el mismo punto. Lo que se hace en amigurumi (que significa muñeco de lana) son figuras tridimensionales, mientras aquí se trabajaba en plano; allí tiene un enfoque más divertido.

Últimamente de Japón lo traemos todo: el manga, el sushi, el amigurumi... ¿por qué marcan tendencia los japoneses?

Están de moda porque en Europa estamos más encorsetados. En Japón tienen el estilo kawaiinaif, de niño, lo tienen muy metido en su sociedad: la policía tiene un muñequito de mascota, los bomberos tienen el suyo... allí está todo muy infantilizado para que sea agradable a la vista. Algo agradable acaba entrando por el ojo y Japón marca tendencia porque no tienen miedo al ridículo, a poner un muñequito de mascota oficial.

No tienen vergüenza, vamos.

Para eso, no. Son más encorsetados para algunas cosas pero en estética son bastante más arriesgados que nosotros, van un paso más por delante.

¿Los españoles arriesgamos menos?

Nosotros no tenemos vergüenza en el trato social: nos damos besos, nos abrazamos, salimos con nuestros amigos al terminar de trabajar, que allí no se hace, pero luego en cosas oficiales o con la imagen pública somos más serios, pensamos en el qué dirán y eso nos limita estéticamente. Allí tienen la tendencia kawaii -todo lo mono, lo cute, lo gracioso, lo adorableÉ muñecos cabezones, infantiles- y el amigurumi viene de ahí, de llevar lo adorable al ganchillo tradicional.

¿Es cosa de chicas o los chicos también se atreven con el ganchillo?

También lo hacen chicos, no es difícil cuando aprendes los puntos básicos. Hay una tendencia de amigurumi en videojuegos, muñecos de películas manga... y eso lo hacen más los chicos: personajes de El señor de los anillos, de Super Mario. No está reñido con el sexo, hay muchos chicos que lo hacen y no les da vergüenza, aunque a las que más les gusta es a las chicas adultas, entre 16 y treinta y tantos.

¿Tiene algo que ver con una vuelta a la infancia?

Es que ahora las chicas de 30 años tienen un punto infantil. Antes, las madres con 30 años ya tenían su casa, sus hijos y su vida organizada. Ahora, las chicas de 30 años tenemos el neceser de Hello Kitty, las zapatillas de Hello Kitty... Al final siempre intentamos no dejar atrás lo que hemos usado en la infancia, tendemos a dejar un puntito de infancia en la adultez y esta generación es la primera que hace eso.

¿Y la tercera edad? Las abuelas tendrán ventaja en amigurumi.

Hombre, las abuelas nos dan veinte vueltas en esto. Pero ellas estan acostumbrada a trabajar con hilo finito y a hacer cosas de tamaño mediano; en amigurimi se trabaja más con lana, es más gruesa, y ellas lo hacen en un periquete. En otros cursos han venido señoras y hay algunas que hacen unos muñecos super grandes. Le ponen muchas ganas y tienen mucho talento.

¿Para qué se usa: es puramente decorativo o también funcional?

Comenzó como algo puramente decorativo pero ahora ya se utiliza para cosas más prácticas, como llaveros, fundas para móvil, el iPod, un poco de todo.

¿Y no es un poco friki?

Al principio sí, porque lo que viene de Japón no a todos les entra por los ojos, pero luego se ha ido extendiendo más y si las abuelas hacen amigurumi es una prueba de que se ha popularizado. Al fin y al cabo, no es algo raro, es ganchillo. Es hacer nueva una técnica vieja, reciclarla.

¿Es habitual hacerlo en grupo?

Sí, lo de hacer punto en grupo es muy típico, también en el de dos agujas, se lleva mucho lo de quedar para hacer punto. En Bilbao lo hacen mucho las chicas de Artileak, quedan juntas y charlan en un parque con su lanita; en otro sitio decoraron los bolardos de una calle entera... Se lleva mucho.