Este año es el actor homenajeado y la estrella invitada del Freak Film Festival de Valencia, ¿se siente halagado ante este homenaje friki?

No sólo me siento halagado sino que estoy totalmente involucrado en él. Voy a hacer de todo menos de Esteso y vamos a recuperar a todos los personajes como el mítico Pepito Piscinas. El mundo friki es un ejemplo por sus valores.

¿Conocía el movimiento friki antes del nombramiento?

La verdad es que me he enterado hace poco de lo que es. Me he enterado que hay gente que tienen admiración y devoción hacia personas como yo que antes tenían otros modos de trabajar.

¿Qué cree que es realmente un friki?

El friki mal entendido es aquel que vende a su abuela por cuatro minutos de televisión. A esos les gusta más ser admirados que admirar. La verdadera filosofía Freak no tiene nada que ver con esa gente.

¿Ha cambiado el humor y su forma de hacerlo desde los años del desarrollismo hasta ahora o han sido los espectadores los que hemos cambiado?

La forma de hacer humor ha cambiado, pero es verdad que nos reímos de las mismas cosas a lo largo de nuestra vida porque cuando algo es gracioso nos hace reír.

¿De qué nos tenemos que reír ahora?

Nos tenemos que poder reír de nuestra situación, pero la verdad es que es algo difícil con lo que sucede en la actualidad. Lo que hace falta es atreverse con el espejo del cuarto de baño por las mañanas, ser capaz de reírse de uno mismo. Creo que es por eso por lo que los mayores pasamos tanto rato en el baño, para encontrarnos con uno mismo en el espejo.

¿Qué recuerda de aquella época y que cree que la gente recuerda de usted?

Recuerdo a las abuelas de las niñas de ahora... y una época muy bonita. El saludo más agradable es cuando te reconocen y dan las gracias por alegrarle algunos momentos de su vida y, al mismo tiempo, te presentan a sus nietos, que serán mi público de mañana.

¿Qué ha aportado aquel cine de los 70 y 80 al actual?

Ha aportado bastante y, como ejemplo tenemos actores como Santiago Segura o Alex de la Iglesia y directores como Berlanga que todavía se inspiran en aquella época. Ese tipo de comedia costumbrista ha tenido siempre su sitio en el cine nacional e internacional y ha sido importantísima porque creó una serie de personajes secundarios que después han triunfado en el teatro dramático.

Todo un reconocimiento...

Sí, es la labor testimonial del tiempo en que nos tocó vivir. El cine de ahora es todo de la Guerra Civil o de la postguerra.

¿El cine debe ser racional o su función es simplemente entretener y divertir?

La misión de cualquier medio es no deformar, porque para formar están las aulas, los profesores y la familia, aunque ahora no le dejan. Vivimos en una sociedad en la que todos los medios pueden tener cosas buenas, pero también peligros. El cine, desde luego, no está para aburrir. Las salas de las películas intelectuales están vacías de intelectuales.

¿Es la suya una generación olvidada?

Me niego a que se olvide, mi generación ha tenido la suerte de llegar al cine gracias a la popularidad adquirida en otros medios. Yo me considero artista más que actor porque me curtí en la televisión y en el espectáculo. Cuando me di a conocer salté al cine con una colaboración especial, en un papel de homosexual, como casi todos los cómicos. Yo debuté en Celos, amor y Mercado Común en 1973.

Tampoco dejará que suceda.

No quiero ser olvidado. No puede pasar con una obra que pasa de generación en generación, se repone constantemente y cuenta con el beneplácito del espectador. No son como esas películas rancias. Al contrario, tienen la frescura del diálogo actual.

¿A qué se dedica ahora?

Estoy en el mundo del motociclismo, soy el manager de Rubén Fenoll. Es de Novelda, tiene sólo 13 años y está en Moto2.

¡Menudo cambio!

El mundo del motociclismo también tiene que ver con la emoción y el espectáculo. No es tan diferente.

¿Por qué lleva tantos años sin trabajar en cine?

¡Yo no he trabajado en mi vida, me he divertido siempre! Pero he vivido de él.

¿Almodóvar o Garci?

Mariano Ozores.

¿En quién se inspiró para La Ramona?

Pues no lo sé porque en realidad la letra fue de Lauren Postigo, que cambió "la pelona" de una canción popular por "la Ramona". Después se inspiró Javier Gurruchaga con Ellos las prefieren gordas, igual que Rubens, que también se inspiró en este tipo de mujeres, porque donde hay formas hay alegría. La realidad es que es casi un tema de culto, aunque suene irreverente.

¿En qué quedó aquel proyecto con Pajares sobre el Código Aparinci?

Que no aparinció, se gestó pero no llegó a cuajar.

¿Su relación con Pajares funciona?

Mi relación con él siempre ha sido buena desde que nos conocimos hace 45 años.

¿Cuál será su próximo proyecto?

Se sabrá pronto, me voy a lanzar a la red, aunque no sé si ésta me cogerá. Estamos haciendo una recopilación de documentos para encontrar una salida. Si no estás en Internet, no estás, y aprovechando que tengo tantos amigos en YouTube, voy a crear una página para estar en contacto con mis fans y con quienes no lo son para preguntarles por qué no lo son todavía.