Sin duda es usted una mujer de éxito.

Soy muy afortunada, he tenido mucha suerte. Nada en mi vida estaba planificado. Pero es verdad que nací con unos genes inquietos que me obligan siempre a exigirme más. Soy poco conformista.

No lo tuvo fácil desde su infancia.

Mis padres eran gente humilde que hicieron el mayor de los esfuerzos por darme la mejor educación. Desgraciadamente dejé la escuela pronto porque había que trabajar. Necesitábamos el dinero.

Se casó a los 16 años embarazada.

Y enamorada. Ahora no lo haría. ¡Fue una estupidez! Pensé que mi vida se reduciría a ser una madre con su bebé. Pero mi marido me abrió los ojos. No iba a permitir que me pasara todo el día en casa.

Tampoco hubiera podido.

Es cierto, odio estar aburrida. Por eso no era feliz haciendo de secretaria o de dependienta. Mi inteligencia me pedía mayores retos y no había nada en el mercado que me llamara la atención. Así que decidí crear un negocio a mi medida y con el que pudiera divertirme.

Nada hacia presagiar que su método de adelgazamiento se convertiría en 1969 en toda una revolución.

Estaba cansada de hacer dietas sin resultado. Vivía preocupada con mi sobrepeso y me dedicaba a leer libros de nutrición. Entonces llegó al Reino Unido el método Baywatches (la dieta de los puntos) y me apunté a una de sus charlas. No me gustó su funcionamiento. No había motivación, trataban a los gordos con desprecio... Vamos, no era lo ideal. Así que pensé que se podía hacer de otra manera.

Y dio con la gallina de los huevos de oro.

¡Pero es que se puede adelgazar! Con esfuerzo y entrega todo se logra. Y no hay que pasar hambre. Al contrario. Se trata de saber elegir bien los alimentos y combinarlos, sin restricciones.

¿Se puede comer chocolate?

Claro, pero no abusar. En Slimming World hemos clasificado los alimentos en tres partes: alta densidad, media densidad y baja densidad. A partir de unas pautas, todos podemos comer de todo. De lo contrario no seríamos felices. No hay peor pesadilla que sentirse siempre con el estómago vacío.

¿La clave?

Optimizar al máximo la comida que se ingiere. En la variedad está el gusto.

Debe haber algo más en su organización para que más de cinco millones de personas respalden su éxito.

Sí. El trato directo, la forma de hablarles y de motivarles. Y luego que el método funciona. En estos cuarenta años esas personas han perdido un total de 27.000 kilos. Y no sólo eso. Han ganado en hábitos saludables.

¿Por qué la mayoría de sus clientes son

mujeres? ¿Tienen más conciencia de su

cuerpo?

Es una pregunta con difícil respuesta. No lo sé. Creo que se trata de algo cultural y de que los hombres tienen otro modo de verse y de mirarse al espejo. Pero los chicos que han estado con nosotros han logrado su propósito.

Hasta la Reina de Inglaterra ha reconocido su talento.

Fue algo emocionante. Recibir la Orden del Imperio Británico ha sido una de las cosas más importantes de mi vida. Me ha dado una motivación extra para seguir adelante con diferentes proyectos.

Un día decidió parar y acabó instalándose en Mallorca.

Tras la muerte de mi primer marido y al detectarme una enfermedad las prioridades en mi vida cambiaron. Quise dedicarme más tiempo. Conocí a quién hoy es mi segundo esposo y con él me dediqué a navegar, otra de mis pasiones. En uno de esos viajes nos enamoramos de Mallorca, pensé que era el paraíso. Y aquí nos quedamos.