La prohibición de las corridas de toros a partir de enero de 2012 adoptada ayer por el Parlamento catalán ha suscitado la indignación de los colectivos taurinos de Alicante, que atribuyen esta decisión a cuestiones políticas y, por tanto, no creen que la Comunidad Valenciana vaya a seguir la senda abierta por Canarias y Cataluña. Sin embargo, los grupos defensores de los animales recibieron con gran satisfacción esta noticia y aseguraron sentirse más ligados ahora a los catalanes. Toreros como Alejandro Esplá ven limitado su campo de trabajo pero, por otra parte, creen que la polémica impulsa la fiesta en otros lugares.

"Para un torero es una desgracia que te prohíban trabajar en una comunidad tan grande como Cataluña", señala el matador alicantino quien no se ha llevado "una sorpresa tan grande" con el acuerdo de ayer, dado los derroteros que estaba llevando el mundo taurino en Cataluña en los últimos años. Esplá se muestra convencido de que una iniciativa similar no prosperará en la Comunidad Valenciana ni otras pues "dirigentes como Esperanza Aguirre ya han manifestado que es un bien cultural". Es más, indica, "lo que nos da pena por una lado, por otro supone una alegría y nos ilusiona".

Para el asesor de Alcaldía para asuntos taurinos en Alicante, José Luis Pamblanco, ayer fue "un día muy triste" y atribuye el acuerdo al "desconocimiento de la fiesta" y del "futuro tan negro que depara a las dehesas", que no resultarán rentables de mantener. Pamblanco denuncia que en Cataluña "hay una caza de todo lo español" como las diputaciones o la lengua.

Para José Antonio Toledano, del Club Taurino, la prohibición es "una barbaridad" y lo atribuye a la cuestión nacionalista pues apunta que "hay una minoría antitaurina en el resto de España y no se ha prohibido". En cuanto al hecho de que Canarias lo hiciera antes incluso, Toledano lo atribuye a que "están en otro continente, cerca de África, y admito que allí si que no hay afición, pero en Ceuta y Melilla, que están más cerca, sí la hay".

Desde la Peña Pacorro confían en que la prohibición no llegue a hacerse efectiva "pues de aquí a 2012 seguiremos luchando".

Vicente Castelló, de la Tertulia Rincón Taurino del Nou Manolín, ve "una pena que en Francia, tan cerca de Cataluña, nos estén dando lecciones taurinas. Cataluña no tiene nada en contra de los toros, lo tiene contra el país. Es un asunto más político que taurino".

El Colegio de Veterinarios de Alicante no valoró la cuestión porque "no es un supuesto que se haya planteado en nuestra Comunidad", señala su presidente, Eduardo Montes, agregando que "evidentemente es una decisión de los representantes de la ciudadanía catalana y hay que respetarla".

El presidente de la Protectora de Animales opina que "Cataluña es ahora mucho más España que nunca porque representa a la mayoría inmensa de los españoles, que estamos en contra del maltrato a los animales". Raúl Mérida indica que "un espectáculo nunca justifica sacrificar la vida de animales y personas". Además de insistir en su lema "toros somos Cataluña", cree "una equivocación" tratar de "desviar la atención hacia la cuestión política" y que "se aferren a que siempre se ha hecho".

Arturo Pérez, de la Asociación contra la Tortura y el Maltrato Animal -Actyma-, califica de "fantástico" el acuerdo. "Estamos muy contentos porque este país va sensibilizándose y desembruteciéndose cada vez más". A su juicio, "esta atrocidad" -las corridas- sí que atenta contra España "pues descalifica al país, que mantiene con subvenciones 438 plazas de toros, mientras que las universidades no tienen ni para lápices".