Después de dos días de festival, el Low Cost tocó a su fin el sábado. Atrás quedan los duros meses de preparativos para que el corazón de Benidorm pudiera acoger su cita con la música independiente como merecía. Adiós a los más de 40 grupos de música que durante estos días han desfilado por los tres escenarios habilitados en el Parque de l´Aigüera de Benidorm. Adiós a los 24.000 personas que durante los últimos días se han dejado la voz acompañando a los grupos indie más sonados.

Con las entradas agotadas varios días antes del inicio del festival, parece que el cambio de ubicación del evento ha tenido muy buena acogida en su segunda edición. Y es que la primera edición se celebró en Alicante. "El festival ha sido todo un éxito en su primera edición en esta ciudad", reconoce el concejal de Escena Urbana de Benidorm, Conrado Hernández. "Se han cumplido los principales objetivos que el Ayuntamiento tenía en mente: atraer a un público joven a la ciudad, que a través de las redes sociales ayude a dar a conocer a Benidorm y consolidar la imagen de la ciudad", admite. Desde el Ayuntamiento de Benidorm reconocen su voluntad de que el Low Cost se quede en la capital de la Costa Blanca y continuar así con la tradición iniciada por el Festival de Música de Benidorm.

El Consistorio prevé recibir un aluvión de quejas vecinales en los próximos días, "es normal recibir quejas de los vecinos, desde el Ayuntamiento pedimos perdón por las molestias generadas estos dos últimos días, pero también queremos que comprendan la importancia que este evento tiene para la ciudad", señala Conrado que apunta que la mayoría de hoteles han colgado el cartel de completo debido al Low Cost. Además, "el comportamiento de los asistentes ha sido ejemplar, el público indie es muy respetuoso y no ha habido ningún incidente", añade Conrado. En cuanto al recinto de l´Aigüera, "a las 9 de la mañana, tanto el reciento como los alrededores estaba totalmente limpio", confirma Conrado.

Un festival que acaba pero que deja buen sabor de boca. Uno de los conciertos más esperados llegó de la mano de Placebo, cuando se vivió uno de los momentos de auténtico delirio colectivo entre las 6.000 personas que abarrotaron el escenario Budweiser. Brian Molko se mostró visiblemente emocionado ante la respuesta del público al que no dudó en agradecer su presencia brindándoles un gran aplauso.