Los grandes estudios de cine no escatiman a la hora promocionar sus próximas películas ante la marea de exigentes asistentes al Comic-Con, un evento donde el cómic cada vez más parece la excusa para justificar una reunión masiva de devotos de personajes sobrenaturales, ya sean de libro, película o videojuego. Poco importa si les gusta salir a la calle vestidos de Harry Potter, Bart Simpson, Supermán, Batman o Pokemon. O si llevan colgado del cinturón sin complejos una espada láser de La Guerra de las Galaxias o el látigo de Indiana Jones. Suponen una legión de mitómanos cuyo criterio vale millones.

Los asistentes a la feria son una avanzadilla de una comunidad global de devotos por los superhéroes y otros personajes de ficción con capacidad para encumbrar o hundir cualquier obra que se adentre en el universo mágico que profesan, simplemente basta con correr la voz a través de blogs o foros de Internet.

Basta como ejemplo el caso de Tron: Legacy, filme que se estrena en diciembre en EE UU. 28 años después de que saliera al mercado su predecesor, Tron (1982). La larga espera respondió a la falta de confianza de Disney en un proyecto que no encontraba el guión o el director adecuado. El estudio decidió en 2008 presentar en el Comic-Con un pequeño adelanto de lo que podría ser la producción sin haber decidido aún su realización. La gran acogida de los fans terminó por disipar esas dudas y puso a disposición del director Joseph Kosinski un presupuesto estimado en 150 millones de dólares.

Tron: Legacy compareció nuevamente en el Comic-Con en 2010, por tercer año consecutivo, y con la plana mayor de la producción, con Jeff Bridges a la cabeza, para asegurarse el cariño de los fans, el mismo que también reclamó Sylvester Stallone para Los mercenarios, filme que escribió, dirigió y protagonizó. Stallone fue recibido al grito de "¡Rocky!, ¡Rocky!" en el auditorio principal del centro de convenciones de San Diego abarrotado por 6.000 personas, una demostración de que sus incondicionales no le olvidan, aunque está por ver aún si su última creación responde a las expectativas creadas.

Bruce Willis, que hace un cameo en Los mercenarios al igual que Arnold Schwarzenegger, acudió a apoyar a Stallone aprovechando que se acercó hasta el Comic-Con para dar a conocer Red, su nueva película, que está basada en una novela gráfica sobre un agente de la CIA.

Angelina Jolie, bastante inaccesible para los medios de comunicación habitualmente, departió media hora con miles de fans en la presentación de Salt, donde habló de las cicatrices que le dejó el rodaje de la película.

La lista de famosos de Hollywood que hacen campaña en esta edición del Comic-Con incluye nombres como Johnny Deep, Nicolas Cage, Michael Cera y Eva Mendes, entre otros.