David Castillo, más conocido como Jonathan, el hijo macarrilla de Aída, es el encargado de encarnar a Sergio, el joven tierno y cariñoso de la película El Diario de Carlota, que se estrenó ayer en Alicante.

¿Cómo ha sido dar vida a uno de los protagonistas de El diario de Carlota?

He estado muy a gusto y contento porque hubo mucha conexión entre todos los compañeros del equipo técnico y artístico desde el principio, todos nos llevábamos muy bien. Era muy cómodo venir a trabajar, no costaba nada levantarse por las mañanas... Bueno costaba un poco, pero luego todo eran facilidades, sobre todo en el rodaje de interiores en los estudios Ciudad de la Luz.

¿Cómo es tu personaje?

Sergio es un chico muy sincero, inmaduro, tierno, cariñoso, con muy mala suerte con las chicas. Se enamora en seguida de Carlota porque es la única que le hace un poquito de caso.

En esta película interpretas a un adolescente, ¿cómo ha sido tu adolescencia?

Es una etapa difícil y complicada. Creo que para todas las personas es parecida, una época de cambios.

Has trabajado en cine y televisión, ¿en qué medio te sientes más cómodo?

Todo tiene su lado bueno y su lado malo. En la tele toda va mucho más rápido, te tienes que exigir mucho más. Según acabas con un guión ya tienes que prepararte otro. En el cine, tú sabes cómo empieza un personaje y cómo acaba y eso es una suerte. En cine hay unos ensayos. En la tele tienes que trabajar todo sobre la marcha, mientras que en el cine tienes que realizar un trabajo previo para luego plasmarlo.

¿Cómo es trabajar para una serie de éxito como Aída ?

Estos cinco años han sido fantásticos, todo el equipo hemos formado una gran familia.

¿Te importa que te identifiquen con Jonathan ?

No me importa, es parte de mi trabajo. Está claro que si eres actor en una tele muy vista, durante cinco años, te van a identificar con él. En El diario de Carlota interpreto un personaje que es completamente diferente al macarrilla de Jonathan. Así la gente puede ver más allá de Jonathan y no me encasillo.

¿Tú como eres?

Es complicado definirme a mí mismo, pero me parezco mucho más a Sergio que a Jonathan.

¿Cómo es un día de rodaje?

Me levanto a las siete, me paso el día rodando y luego si me da tiempo voy al colegio a hacer bachiller por la noche. Es complicado compaginar mis estudios con los rodajes porque no tengo tiempo libre para poder estudiar.

¿Cómo empezaste en el mundillo de la tele?

Empecé muy pequeño, con siete años. Mi madre me preguntó si quería ser actor y me apuntó a una agencia de castings dondes estaba inscrita una amiga suya. Empecé haciendo anuncios. Poco a poco fui trabajando en apariciones esporádicas en series de televisión como Hospital CentralPolicías, hasta que llegó mi oportunidad en el cine con la película Cachorros. Al principio no tenía tan claro como ahora que quería ser actor, poco a poco esta profesión me ha ido enamorando. El cine ahora mismo es lo único que me llena realmente, es un placer y una suerte poder dedicarme a lo que me gusta.

¿Te ves toda tu vida dedicándote a esta profesión?

Me gustaría seguir trabajando en el cine, pero en esta profesión ya se sabe, pan para hoy y hambre para mañana. Yo voy a luchar por poder dedicarme a ello mucho tiempo. También me gustaría probar con el teatro, me llama mucho la atención, todo el proceso de ensayos tiene que ser muy bonito. Por si acaso la cosa no funciona, el año que viene tengo la intención de estudiar Comunicación Audiovisual.

En tu primera película interpretabas un papel más dramático, en El diario de Carlota o Jonathan haces más humor, ¿qué tipo de registro te gusta más?

Me gusta todo pero, tengo más ganas de hacer papeles dramáticos. Quizás sea porque lo he trabajado menos