El efecto espejofading es la debilitación de las señales radioeléctricas al pasar por el mar. El agua provoca un reflejo de las emisiones, de ahí el nombre de espejo, que produce interferencias. "No se trata de algo exclusivo de TDT ni del verano. Con la señal analógica y en invierno también ocurre. Lo que pasa es que el calor, la humedad y la presión atmosférica agudizan los efectos", explica Luis Cabello, gerente de Proinger, empresa de instalación de telecomunicaciones. Por lógica, las zonas que más padecen el efecto espejo son las más próximas a la costa. "Las playas de San Juan y Arenales del Sol y Torrevieja son las localidades más afectadas", cuenta Cabello.

Otro agravante de la situación es el incremento de consumo televisivo que se produce en las playas durante los periodos estivales. "A mayor consumo, menos potencia", razona David Martínez, presidente de la Asociación Provincial de Instaladores de Telecomunicaciones. "A los administradores de las comunidades les decimos que no sólo hay que preocuparse por adaptar la antena, también hay que revisar las instalaciones y el cableado", advierte. "La emisión de TDT se hace mediante una señal informática, al igual que la de Internet. El problema es que para recibir la televisión se siguen utilizando las mismas instalaciones que hace veinte años", le secunda Cabello.

"La situación se vuelve más complicada por que la TDT no tiene término medio o se ve la imagen con mucha nitidez o no se ve. Antes, con el sistema analógico, si bajaba la intensidad de la señal, aparecía la tradicional niebla, pero se podía seguir viendo la televisión. Con la TDT, si la emisión pierde calidad, la pantalla se queda en negro", argumenta Cabello.

La asociación de instaladores busca una solución, aunque no va ser fácil hallarla. "Si la difusión fuera a través de satélite no habría problema porque no pasaría por el par, pero ya no sería TDT", se resigna Martínez.