Por desgracia, la mayor parte de noticias que llegan procedentes de México en los últimos tiempos están salpicadas de sangre. Las atrocidades humanas que se suceden a diario eclipsan al resto de facetas de la nación, entre ellas la cultura, cuando se trata de un país con una tradición musical muy importante. La conexión con la canción española ha sido una constante recíproca. Uno de los artistas mexicanos más populares del momento es Alejandro Fernández, dueño de un repertorio que abarca tanto la tradición como la modernidad de la música azteca. El intérprete no da la espalda a la realidad de su país, de la que no le importa opinar.

¿Qué sucede en México?

Vivimos un momento muy difícil. Los políticos tienen que coger el toro por los cuernos y tomar las decisiones acertadas. Espero que este trago amargo pase rápido y se arregle la situación.

¿Cómo llega a España?

Con muy buenas vibraciones y con muchas ganas de interpretar mi nuevo repertorio. Cantaré los temas más conocidos, así como canciones clásicas de la cultura mexicana. Quiero saludar a mucha gente a la que hace un buen rato que no veo. Han pasado casi dos años desde la última vez que estuve aquí. De España siempre me he llevado besos, abrazos y una gran impresión.

Su último disco, Dos Mundos, se dividide entre la tradición y la evolución de la música mexicana, ¿con qué estilo se queda?

Siempre he sido cantante de música tradicional. Con el paso de los años, quise crecer como artista y fusioné el bolero con el pop. Hubo a quien le pareció extraña la idea, pero yo tenía los conceptos muy claros y al final le ha encantado al público. He tenido una gran aceptación internacional. Quiero explorar el pop sin abandonar la música mexicana. Sé que es una apuesta arriesgada. Y también sé que es una propuesta original. Aunque, si tengo que elegir, me quedo con la tradición. La llevo el alma, está muy arraigada en mí.

¿Ha recibido muchas críticas por su proyecto?

Hay gente que me critica y otra que me alaba. He creado un género nuevo dentro de la canción y muchos artistas siguen mi rumbo. Soy pionero en eso. He aportado una evolución a la música mexicana y ya formo parte de las páginas de su historia. Mi propósito era ése.

Por la letra de uno de sus nuevos temas, se le acusó de promover la violencia machista, ¿cómo vivió aquella desagradable situación?

Fue una exageración por parte de personas malintencionadas que querían hacerse notar. Es absurdo lo que intentaron hacer conmigo. Se me satanizó, pero es un asunto que está más que aclarado, que ya pasó. Nunca he querido molestar ni lastimar a nadie, y mucho menos apoyar la violencia contra la mujer. La música mexicana siempre ha sido muy pasional y romántica, llena de picardía. Mi letra iba por ahí. Cuando cantas, no piensas en hacer lo que dices. Me considero un artista que siempre le ha cantado a la mujer. La musa es ella.

México y España son países que están hermanados a través de la música...

La relación es muy grande. Son países que tienen muchos puntos en común. Ahora, la evolución de la música lleva a la fusión. El público quiere que innoves.

¿Se siente querido por el público español?

Muchísimo. He hecho cuatro o cinco giras por España y cada vez me sorprendo más. Este año actúo en ocho ciudades españolas y tengo la intención de regresar pronto para visitar otros lugares a los que, por cuestiones de tiempo, no puedo ir ahora.

¿Qué público predomina en sus actuaciones?

Al principio, pensaba que sería inmigrante en su mayoría, que ellos me abrirían la puerta de Europa. Y es cierto que vienen a verme muchos latinos, pero la mayor parte son españoles. Y cada vez se incrementa el número.

¿Sólo mujeres o también hombres?

Vienen muchísimos hombres. Una de las partes más difíciles de la carrera de un cantante masculino es ganar el cariño de los hombres. Eso es el clímax, ahí está el respeto.