"Por la tarde, mani; por la noche, concierto". La frase resume el espíritu de aquellos jóvenes rebeldes durante los años finales del franquismo. Eran los tiempos de la canción protesta -¡qué lejano suena el término!-, que en el territorio valenciano y en Cataluña recibió la etiqueta de Nova Cançó. El tiempo de Al vent, Els Setze Jutges, Pau Riba, el polifacético alcoyano Ovidi Montllor y cuando Serrat era tan joven. Fueron años especiales para la música, porque "aquí el final de la dictadura y la transición los hicimos cantando. La canción no tuvo tanta fuerza política y social en ningún otro lugar de Europa". La afirmación es de Pilar Aymerich, la fotoperiodista que ha comisariado junto con Xevi Planas la exposición La Nova Cançó. La veu d'un poble (Museu d'Història de Catalunya, en Barcelona, hasta el 31 de octubre), un proyecto que intenta concederle al movimiento musical toda la trascendencia histórica y cultural que, "injustamente", no se le ha dado hasta ahora.

Son más de mil metros cuadrados, con paneles, vídeos, objetos (la colección de discos de Fermí Puig), pero sobre todo fotografías (el embrión del proyecto, que luego fue a más). Algunas de ellas inéditas o prácticamente desaparecidas desde su publicación en la prensa de entonces.

Es lo que ocurre con una de las imágenes más queridas por Aymerich: la de Ovidi Montllor (Alcoy, 1942 - Barcelona, 1995) entre un guardia nacional y un barrendero en el barrio gótico de la capital catalana. La fotografía apareció en el primer artículo de prensa de Monserrat Roig, un reportaje en 1969 para la revista Serra d'Or sobre personajes de la cultura que veían constreñida su vocación artística. Al cantante valenciano le prohibían entonces todos los recitales y las letras de sus canciones. Como comenta Paco Muñoz en algunos de sus conciertos, él sí podía cantar algunos de esos temas, pero Ovidi no.

"Lo conocí cuando era camarero en el Ritz y los dos hacíamos teatro", recuerda Aymerich, autora de muchas de las imágenes icónicas del de Alcoy. Como la de La fera ferotge, con el cantautor exhalando humo a todo tren.

Raimon es el otro valenciano emblemático en cualquier historia de la Cançó. ¿Qué sería del movimiento sin Al vent? "Aún me emociona, como Diguem no. Representan una época. Es una lástima que no se hayan acabado de transmitir a las nuevas generaciones". La comisaria explica con cierto pesar y envidia que en emisoras de radio de Francia se pueden escuchar canciones míticas de George Brassens. No ocurre lo mismo, lamenta, a este lado de Pirineos con los autores de aquí: "Somos un pueblo que olvida nuestra historia. No hemos sido justos con la Nova Cançó".

A Raimon se le ve en la muestra en una tierna imagen inédita de 1970, con su mujer, Annalisa, recostada sobre su pierna. Al lado, Xavier Rubert de Ventós y Eugeni Trias. La foto es de Colita. Era 1970, durante el encierro de intelectuales en Monserrat contra el proceso de Burgos. Otro tiempo.