Si la verdadera profesión del hombre es encontrar el camino hacia sí mismo, como dejó dicho el Nobel de Literatura Herman Hesse, el coaching es uno de los oficios que con más fidelidad cumple esta máxima. De esta manera lo entiende Francisco Blanes, coach y fundador de QB Consultores: "el objetivo de esta disciplina es lograr la mejor versión de uno mismo", explica este pionero del coaching en la Comunidad Valenciana.

En 1998 empezó a trabajar este concepto bajo el nombre de "tutorización", a fin de distinguirlo del entrenamiento corriente y no abrumar a La vez con anglicismos. Doce años después, el coaching se ha convertido en un método indispensable para los deportistas, artistas y ejecutivos más influyentes y vive su momento de auge en España desde hace cinco años, en los que la facturación de empresas de desarrollo personal y de organizaciones como la de Blanes han multiplicado por diez su facturación".

En Alicante son muchas las empresas que trabajan este campo y son muchas también las instituciones que contratan sus servicios, como el centro de estudios económicos Fundesem. La propia Universidad da carta de naturaleza a este método, a través de cursos de coaching empresarial y ejecutivo como el que esta semana se desarrolla en la UA. "La demanda de nuestros servicios espectacularmente en los últimos años. Hay ejecutivos y deportistas, pero también familias, parejas y gente normal que quiere mejorar un aspecto de su vida... Es un proceso de superación, no importa si el que se somete es el presidente del Gobierno o un ama de casa", asegura Blanes.

El funcionamiento es tan sencillo como difícil de entender sin ponerlo en práctica. Imaginemos a dos escaladores, uno de ellos en la cima y el segundo en una cumbre más baja. Si aplicamos los criterios bajo los que se rige el coaching a esta escena, el coach, desde la cumbre, ayudará a ascender a su coachee o "entrenando" sin más herramientas que el efecto que puedan producir en la motivación y capacidad de decisión de su cliente las preguntas que el coach va a lanzarle con "irreverente respeto", como apunta Ernesto Gaspar, coach empresarial desde el año 2001. El coach, que debe conocer el camino hacia donde el cliente se propone llegar, nunca le dará consejos ni bajará a tenderle la mano. "El cuerpo ya sabe cómo darle a la raqueta, cuando existe un bloqueo el problema no es técnico. Se trata de identificar el quiebre que impide avanzar y tratar de que el coachee lo desbloquee con sus propias respuestas", apunta Blanes.

Este crecimiento personal asistido que trabaja "las habilidades y el ser de la persona", exige tener una formación certificada que prueba que el coach domina las técnicas de entrenamiento personal que distinguen el coaching riguroso de la psicología e incluso de técnicas mixtas sin fundamento que se aprovechan del desconocimiento. "La principal característica del coaching es que nunca te dice lo que lo que tienes que hacer, sino que pretende que seas tú quien encuentre las respuestas", explica Gaspar, entrenador personal procedente de la banca privada. ¿Cómo se llega a esas conclusiones ocultas? "Usamos como la escucha activa, la gestión de las creencias y lo que llamamos "preguntas láser", entre otras técnicas", explica María Jesús Aroca, coach y socia de Blanes en QB Consultores. Esa inquisición "respetuosamente irreverente" de la que habla Gaspar, se refleja en el ejercicio de retrospectiva al que obligó Blanes a un directivo que temía perder reconocimiento tras la fusión de su empresa. "Le pregunté que con quién perdió la confianza y me contestó que con su padre. Tenía el bloqueo mal definido, su miedo no radicaba en la empresa sino en su familia". Otro ejemplo de "pregunta láser" puede ser "¿quién eres tú?". Esta cuestión, según relata Blanes, hizo que un ejecutivo de 55 años se diera cuenta de que no sabía contestar a esa pregunta sin recurrir a su cargo o titulación". Para identificar los problemas y trazar un plan de acción se llegan a a usar técnicas que van "desde la física cuántica hasta leer cuentos, pasando por disciplinas marciales, la PNL (Programación Neuro Lingüística) o el dibujo, la escultura o cualquier otra técnica que ayude a desbloquear problemas y afrontar la superación.

El origen de este método de conocimiento está en la mayéutica que fundó y practicó Sócrates y se desarrolló en los años 70 en el ámbito deportivo, concretamente al programa de un tenista, cuando un entrenador (coach, en inglés) observó que a pesar de que el deportista mejorara la técnica, siempre había un tope de la misma manera que detectó que en igualdad de condiciones físicas ganaba quien estuviera mentalmente más preparado. La gestión de los bloqueos mentales, miedos y en definitiva, los cuellos de botella donde el talento y la técnica se quedaban atascados fue uno de las prioridades de este coaching incipiente que posteriormente exportó su modelo al mundo empresarial y a todo tipo de actividades humanas. "Siguen procesos de coaching desde gente que quiere gestionar mejor su tiempo u organizarse mejor hasta ejecutivos que buscan reforzar su liderazgo tras haber sido ascendidos. Para ser cliente sólo hace falta tener algo que mejorar y estar dispuesto a pasar por la incertidumbre y por el riesgo", apunta María Jesús Aroca.