Un toro rezagado ha alargado el tercer encierro de los sanfermines 2010 hasta los seis minutos y veintitrés segundos, dando lugar a constantes momentos de tensión y peligro al volverse repetidamente sobre sus pasos y embestir contra el vallado.

Un corredor ha resultado corneado en esta carrera, en la que los astados de la ganadería gaditana de Fuente Ymbro han roto la fama de rápidos que les precedía y en su sexta participación en las fiestas de Pamplona han protagonizado el encierro más lento de estos sanfermines, debido a la resistencia de uno de ellos a seguir su camino.

Quizás por la lluvia caída horas antes de la carrera, los astados han resbalado en repetidas ocasiones, llegando incluso a caer en varias de ellas, lo que, unido al gran número de corredores, ha aumentado la emoción del acto.

Instantes después de que se abriera el portalón de los corrales de Santo Domingo, a las 8:00 horas, la manada ha enfilado la cuesta encabezada por los cabestros y compacta, aunque rápidamente dos toros han empezado a tomar la delantera y uno de ellos ha comenzado a abrirse por la derecha.

Antes de llegar al Ayuntamiento, uno de los morlacos ha resbalado en el pavimento y la manada se ha estirado, rompiéndose definitivamente al entrar en Estafeta pese a que ha salvado sin mayores problemas la curva que da acceso a esta calle.

A partir de ese momento se han registrado dos carreras diferenciadas: la protagonizada por cinco bravos y los mansos y la del rezagado, que se ha mostrado totalmente desorientado.

Aunque se ha parado muchas veces y se ha vuelto en otras, este astado no ha hecho sin embargo nada por los corredores que intentaban conducirlo hacia adelante, pero si ha mostrado más querencia hacia el vallado, que ha llegado a limpiar en varias ocasiones, embistiendo contra los mozos que se protegían en él.

Antes de cumplirse los tres minutos de duración ya se encontraban en los chiqueros de la plaza de Toros todos los "fuenteymbro", que han dado lugar a bonitas y limpias carreras, menos el último, que ha obligado a pastores y a mozos a esforzarse en lo que se ha demostrado como una difícil tarea.

De la misma forma, casi al paso, ha atravesado Telefónica y ha accedido a la plaza de Toros, tras volver a perder las manos en el callejón, donde ha vuelto a crear peligro al encontrarse la arena llena de mozos.

Los dobladores sin embargo han conseguido finalmente conducirlo hasta los corrales, tres minutos después que sus hermanos.