Las nuevas investigaciones en neurociencia, que han descubierto indicios de que el cerebro funciona mecánicamente comandado por sus redes neuronales, plantean interrogantes que pueden cambiar el concepto de responsabilidad elaborado por la filosofía clásica, base a su vez de la responsabilidad penal. Los cursos de verano de la Universidad de Alicante se hacen eco de este debate a través del ciclo Cerebro y Responsabilidad. La Revolución neurocientífica y los límites de la responsabilidad penal.

¿Hasta dónde llega la responsabilidad ante un acto delictivo? o ¿cuál debe ser la acción de la justicia? son algunas de las cuestiones que plantea el asunto. Pero quizá el secreto esté en saber si, al no ser conscientes de nuestros actos, existe culpabilidad alguna. Carmen Juanatey dirige el curso, en el que ayer participó como ponente Francisco Rubia, especialista en fisiología del sistema nervioso

"Al igual que todo el universo, los humanos estamos regidos por las leyes de la naturaleza. No somos una excepción. La información se distribuye en paralelo, de manera consciente e inconsciente. No hay ninguna instancia en el cerebro que determine lo contrario. Pero la mayor parte es inconsciente y eso es lo que determina nuestra conducta", comenta Rubia.

Estas hipótesis generan un nuevo interrogante. En base a estos hallazgos, ¿debería modificarse el código penal? "En Alemania ya se ha planteado, pero son cosas que aún no se saben. Los experimentos indican el hoy, pero el mañana está por ver. El código penal esta basado en la culpabilidad del delincuente, pero si no eres responsable de tus actos, ¿existe esa culpabilidad?", responde Rubia, catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid.

Que no seamos culpables de nuestro actos no significa que no haya que castigar a los infractores. Así lo explica el especialista en el sistema nervioso. "La sociedad tiene que protegerse. Los chimpancés, por ejemplo, que también viven en comunidad, castigan a los que infringen las leyes. Lo que cambiaría es la imagen de la persona que comete un delito y el concepto de libertad moral".

Fuerte controversia

El debate está servido y como en casi todos los casos relacionados con la ciencia, la polémica también. El asunto genera fuerte controversia e incluso, la propia directora del curso reconoce que "no está todavía convencida". Juanatey habla desde su condición de profesora de Derecho Penal en la UA y magistrada suplente en la Audiencia Provincial de Alicante. "Estas teorías están por confirmar. Las tesis deterministas dicen que la persona no es culpable porque no tiene capacidad para actuar de otra manera, pero la ciencia tampoco tiene pruebas fehacientes para demostrarlo".

Juanatey cree que "las personas tienen capacidad de decisión y en base a eso establecemos las responsabilidades. La infracción penal la fundamentamos sobre una presunción de libre albedrío. Si los datos científicos finalmente se confirman, se aceptará, pero aún no. De todos modos, mi conocimiento es absolutamente profano en las tesis neurocientíficas".

La falta de libertad humana a la hora de tomar decisiones es el argumento que utiliza Rubia para justificar su tesis ante las dudas de Junatey. "Entiendo por libertad el saber por qué se elige una opción y no otra, saber que soy el causante de una decisión. Tenemos un rango de libertad, más opciones para elegir que los animales, pero ¿por qué elegimos unas posibilidades en lugar de otras? Ahí está la clave. La atribución que se hace a la libertad es que la persona elige de forma consciente, cuando la mayor parte de decisiones las tomamos desde el subconsciente".