¿Qué hace un miembro de la Real Academia del Cine en Alicante?

Bueno, yo vivo aquí, y estoy aquí establecidísimo. Además, tenemos una escuela de música, en la que trabajo de continuo, pero no me obliga a permanecer en un lugar concreto. Ahora, con esto de las nuevas tecnologías, nuestro trabajo se hace de forma mucho más libre.

¿A qué dedica su tiempo libre?

No tengo tiempo libre. En mi caso, el tiempo libre y el del trabajo están muy confundidos. Trabajo en lo que me gusta.

¿Eso es un verdadero privilegio?

La verdad es que sí. No deja de tener su parte de trabajo y hay que contar con el estrés que genera el hecho de que la música es siempre lo último en una producción cinematográfica, y casi siempre toca trabajar como locos, muy rápido.

¿Qué otros privilegios practica?

Toco en directo frecuentemente, con una banda de jazz y un grupo de música étnica

¿Dónde ha actuado recientemente?

En el Albir, en un club de jazz.

¿Se relaja componiendo bandas sonoras para cine?

Por una parte sí, pero por otra la rapidez obliga al estrés. Aunque la verdad es que los días que estás rematando hay mucha excitación. Es muy chulo.

¿Se relaja?... en general

Bueno, hago un poco de todo. Lo de tocar en directo es fundamental para mí, para no perder la sintonía con el público, para que la música no se convierta en pura entelequia. Ahora hemos creado un par de cursos de música por ordenador que impartiremos en breve en dos sedes universitarias, para tratar técnicas como el spot publicitario y el cortometraje.

Dice que está establecido en Alicante, que no es necesario ir de aquí para allá. Sin embargo, le requieren sus obligaciones como miembro de la Academia del Cine en Madrid.

Sí, de forma puntual. Básicamente, soy jurado de la selección de cortometrajes y de los premios Goya pero no tienes que estar muy pendiente.

¿Qué destacaría del cine español en este momento? Hay la sensación de que está mucho más protegido, de forma oficial e incluso oficiosa, que en tiempos anteriores, ¿Y eso es bueno o malo?

No creo que esté demasiado protegido. Sin embargo, sí creo que necesitaríamos más medidas encaminadas a dotar a la gente joven de recursos y ayudas y menos a la subvención. Haría falta más denuncia. Existen medidas paralelas que no van dirigidas a los profesionales sino al público. Si las películas extranjeras no fueran dobladas, el cine tendría mucha más calidad. Deberían darse más oportunidades a la gente que empieza.

¿No restan las subvenciones creatividad y libertad para expresar?

Las subvenciones restan mucha denuncia. Establecen circuitos muy cerrados. Al contrario de lo que ocurre en EE UU, por ejemplo, donde los levanta fondos, así es como les llaman en una traducción demasiado libre, buscan inversiones alejándose del lado más oficial. Si nos acercamos mucho al flanco político nos condiciona también mucho.

¿Qué tal se lleva con Ciudad de la Luz?

Estoy muy contento. Veo un cambio positivo con la nueva dirección. Tengo más feeling con esta mujer. La escuela no acaba de arrancar, sin embargo, me consta que hay gente joven que se siente apoyada, porque he hablado con ellos personalmente. Soy muy optimista. Es mejor que exista.