Miles de personas en todo el mundo hicieron ayer cola para intentar adquirir la nueva versión del iPhone (iPhone 4) en el día de su lanzamiento, una jornada en la que se calcula que Apple podría vender hasta un millón de unidades del dispositivo.

Las aglomeraciones ante las puertas de los establecimientos de Apple y de los diferentes operadores de telefonía móvil que distribuyen el aparato en cada país se repitieron desde Japón hasta Estados Unidos, pasando por Alemania, Francia y Reino Unido, mientras en España saldrá a la venta en julio. Una expectación sin precedentes que, según los analistas, podría transformarse en la comercialización de más de 2 millones de nuevos iPhone para el final del trimestre fiscal, que concluye el sábado.

En ciudades como Tokio, Miami y San Francisco algunas tiendas agotaron sus existencias a las pocas horas de abrir sus puertas, para frustración de algunos fanáticos del iPhone que tendrán que esperar nuevas remesas.

Los más previsores evitaron la espera en la calle y encargaron su iPhone la semana pasada por Iinternet, si bien en EE UU los sistemas informáticos de AT&T, operador que tiene el iPhone en exclusividad, y Apple se colapsaron por el número de solicitudes.

Apple pondrá a la venta en los próximos meses al menos 10 millones de iPhone 4.