José Saramago era un "muchacho" de 87 años eterno y amistoso, una conciencia moral siempre del lado de las víctimas desde un socialismo comprometido, y, sobre todo, puente entre las culturas portuguesa e hispana, como ayer han querido destacar de uno y otro lado intelectuales, artistas y políticos.

Los Reyes de España enviaron un telegrama a la familia del escritor portugués, en el que lo califican como "un extraordinario escritor y profundamente vinculado a España".

Por su parte, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, definió al autor de El Evangelio según Jesucristo, como "un hombre comprometido con las víctimas, progresista y muy de izquierdas. Nos quería mucho desde un alma muy portuguesa. Él nos abrió esa puerta tan maravillosa, de la que nos enamoramos para siempre".

La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE lo calificó de "referente para la familia socialista, un hombre y un escritor irrepetible que siempre fue fiel a sus principios y convicciones personales y políticas".

Mientras, el líder del PP, Mariano Rajoy, dijo que era "un amigo sentido de España y uno de los principales escritores de la lengua portuguesa. La calidad y hondura de su obra le ha convertido en un autor de referencia en todo el mundo".

La directora del instituto Cervantes, Carmen Caffarel, se refirió a Saramago como "el más firme heredero de la larga tradición del iberismo portugués, pocos como él amaron y conocieron tan profundamente nuestras dos culturas. Un escritor arriesgado y sin concesiones".

Para el ex ministro de Cultura César Antonio Molina "fue una persona cercana y un vínculo fundamental para el reencuentro de españoles y portugueses. Ha sido tan cercano, tan familiar, tan próximo y tan amistoso que, a veces, eso ocultaba esa gigantez de su obra literaria"

Gaspar Llamazares, diputado de IU, lo recordó como "un eminente escritor y una gran persona comprometida con todas las causas de los humildes. Un comunista del siglo XXI".

La escritora Almudena Grandes afirmó que el escritor portugués era "un ciudadano con una larga trayectoria cívica y de compromiso con la izquierda. En este mismo sentido se pronunció el escritor Gustavo Martín Garzo. "Siempre muy comprometido con el mundo, en contra de toda injusticia y de la parte de los indefensos, y se ha convertido con el paso de los años y de sus obras en una conciencia moral".

El rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Salvador Ordóñez, resaltó que "siempre reflejó en su obra, en su vida cotidiana y en su modo de analizar, los problemas que acechan al ser humano y a la sociedad actual".

El rector de la Universidad de Salamanca (USAL), Daniel Hernández Ruipérez, aseguró que "era un personaje fundamental de las letras universales y literato comprometido con la libertad y un nexo entre Portugal y España".

Para el fotógrafo Gervasio Sánchez, "sentía y sufría como las personas que sufrían en el mundo, y esto es muy raro en los escritores".

El presidente de la República de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, se refirió a Saramago como "un escritor de proyección mundial, justamente galardonado con el premio Nobel da Literatura. Será siempre una figura de referencia de nuestra cultura, que hay que dar a leer y conocer a las futuras generaciones".

También el primer ministro de Portugal, José Sócrates, tuvo unas palabras parar su compatriota. "Es una pérdida para nuestra cultura; era un motivo de orgullo para Portugal y deja una gran obra literaria que dignifica el país".

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, consideró que se trata de "uno de los mayores escritores en lengua portuguesa y de la literatura mundial".

El poeta chileno Gonzalo Rojas preguntó: "¿Cuántos años tenía José? 87 años... era un muchacho. Imagínese, yo tengo 93 y me siento como un jovenzuelo. Era un escritor de gran coraje y dignidad. Tenía mucha gracia, que convirtió en libertad para expresar, con valentía, la realidad". Compartió esta opinión el escritor uruguayo Eduardo Galeano. "Era el más joven de los escritores. Y lo seguirá siendo".

La escritora brasileña Nélida Piñón dijo que "sabía que él estaba frágil, estaba enfermo, pero siempre pensé en él como un inmortal por su propia obra, por sus hechos humanos. Lo había eternizado. Él es eterno".

Para el escritor colombiano Álvaro Mutis fue un ejemplo a seguir. "Lo admiré mucho siempre porque tenía una mezcla de rigor muy bien colocada en todos los actos de su vida y al mismo tiempo era un hombre muy gentil".

La actriz y cantante portuguesa Maria de Medeiros se refirió al escritor como "un amigo que siempre estuvo cerca de la gente, la realidad y sus amigos y un grandísimo escritor universal".

El cineasta brasileño Fernando Meirelles, autor del filme Ensayo sobre la ceguera (2008), basado en la obra homónima de José Saramago, dijo que con el fallecimiento del escritor el mundo pierde lucidez. "Definitivamente, hoy el mundo se ha vuelto aún más necio y ciego".

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destacó el origen humilde y el carácter autodidacta del fallecido, a quien calificó como "uno de los mayores nombres de la literatura mundial". "José Saramago contribuyó de manera decisiva a valorar la lengua portuguesa. De origen humilde, se convirtió en autodidacta y se proyectó como uno de los mayores nombres de la literatura mundial", manifestó Lula en un comunicado oficial.

El poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal dijo que Saramago era "un gran escritor, un bello ser humano y un comunista profundamente honesto. Era un gran escritor, merecedor como pocos del gran Premio Nobel de Literatura, pero además un bello ser humano, un comunista profundamente honesto, defensor de todas las buenas causas, un hombre humilde", señaló el poeta nicaragüense, en una declaración escrita enviada por correo electrónico.