Del mismo modo que los manuscritos de un escritor cualquiera nos revelan algunos rasgos de su personalidad, las partituras originales de un músico son las radiografías que definen su carácter así como sus métodos de trabajo. Por este evidente motivo, las más de 80 documentos de puño y letra del músico alicantino Óscar Esplá que ha recibido como donación el Centro de Legados de Caja Mediterráneo a través de la familia son uno de los mayores tesoros que ha podido custodiar en su historia este centro que se ubica en la Biblioteca Gabriel Miró de la CAM en Alicante.

Son, en concreto, numerosas partituras escritas en puño y letra por Óscar Esplá durante toda su amplia y exitosa carrera musical, con algunas de sus obras más relevantes por las que fue internacionalmente reconocido. De todas ellas, la más antigua está fechada en 1905, y actualmente Caja Mediterráneo está centrando todos sus esfuerzos en digitalizar la obra ya que todos estos documentos derivan en pentagramas escritos con pluma y tinta que se están diluyendo. Además, algunas de las partituras contienen correcciones a lápiz cada vez más difíciles de apreciar, por lo que urge este proceso de digitalización para preservar la obra original.

Tras su catalogación, Caja Mediterráneo quiere facilitar el visionado de este nuevo patrimonio de todos los alicantinos a través de su web (obrasocial.cam.es), aunque en la Biblioteca Gabriel Miró también se está contemplando la posibilidad de incluir algunas referencias de estos documentos a la vista del público.

"Lo más importante de un músico son las partituras de música originales, eso es en este caso de un valor incalculable con Óscar Esplá. Es como si tuviéramos en nuestras manos un manuscrito original de Gabriel Miró. Todas estas partituras originales fueron a muchísimas imprentas para realizar las pertinentes copias de sus composiciones. Y la importancia radica precisamente en eso, en que tenemos las originales, donde apreciamos las correcciones de Óscar Esplá, y nos hablan de un hombre muy perfeccionista, que corregía en numerosas ocasiones, para repensar sus obras", apunta la responsable de la Biblioteca Gabriel Miró de la CAM, Zoila Helbenso.

Las partituras originales no son los únicos objetos de valor que atesora el Centro de Legados de Caja Mediterráneo. Hasta el día de hoy, este centro ha reunido la correspondencia personal de Óscar Esplá con intelectuales de la época y con amigos como Gabriel Miró, Azorín, Emilio Varela, Gerardo Diego, Rafael Alberti o los músicos Adolfo Salazar y Rodolfo Halffter; también cabe destacar el conjunto de más de 100 fotografías del músico, algunos de los cuadros que le dedicaron los artistas de la época e incluso el piano que utilizaba para sus composiciones y fabricado en París por una prestigiosa marca.

Según el musicólogo y experto en la obra de Óscar Esplá, Emiliano García Alcázar, se ha conseguido unificar un "porcentaje muy importante" de las obras del músico alicantino a través de las partituras originales lo que supone un "hecho histórico muy importante".

Entre ellas, cabe destacar la "Cantata sobre los Derechos Humanos" que Óscar Esplá compuso por un encargo de la ONU para celebrar el XX aniversario de los Derechos Humanos. Esplá se inspiró en unos textos del poeta de la Generación del 27, Gerardo Diego. La composición se estrenó en el Teatro Real de Madrid con la Orquesta de Radio Televisión Española. También se puede consultar la "Pájara pinta" , basada en la obra "El alba del Alhelí" que escribió Rafael Alberti en una versión para un teatro de marionetas; la sinfonía a "Aitana", dedicada a la montaña alicantina en 1956; "El sueño de eros", inspirada en un texto de Gabriel Miró; "Don Quijote velando las armas" estrenada en Alicante en un primer momento y finalizada en otro concierto en Madrid; "La sonata española", homenaje a Chopin en el centenario de su muerte, y realizada por Óscar Esplá por petición de la propia UNESCO; o la ópera "El pirata cautivo", una de las últimas obras de Óscar Esplá antes de morir. Fue una propuesta de la dirección de Bellas Artes que se estrenó en 1975. Un año después, el compositor falleció en Madrid.