Se quedó a un voto de ganar la última edición del Premio Azorín de Novela. Abogada, ilicitana y novelista vocacional, Maribel Romero lleva toda la vida escribiendo y varios años presentándose a pequeños premios de narrativa. Busca dar el salto a primera división, pero reconoce con orgullo el papel clave que han jugado las decenas de reconocimientos menores que atesora para impulsar su carrera y su motivación para ser escritora.

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Tiene decenas de menciones, premios y accésits de galardones pequeños ¿Qué supone ser finalista del Azorín?

Es bastante significativo llegar a la final. Escribir es algo que me interesa desde la infancia y desde hace cuatro años me lo tomo más en serio. Ahora me gustaría dedicarme de manera plena a la literatura.

¿Qué importancia tienen estos galardones?

Serán premios menores, pero te dan nombre y currículum. Yo les debo mucho a esos concursos. Aunque nunca he sido obsesiva, como algunos amigos escritores que tienen 50 novelas pendientes de fallo. Soy una concursante media que ha obtenido algunos premios, pero tampoco me considero una cazadora. Parece que tienes que competir, y que sólo le damos valor a lo nuestro cuando ves que vale más que lo de otro. Es muy injusto. De todas maneras, pienso que estos premios son muy necesarios: animan muchísimo a los escritores y evitan que tus familiares acaben hartos de ti por hacerles leer tu libro (ríe). Te permiten abrirte camino, porque las puertas de las editoriales están normalmente cerradas.

¿Y qué opina de la picardía para ganar certámenes?

Me sabe muy mal cuando hay que retirar un premio porque la obra ya había ganado otro antes. Hay mucha gente que es un despiste, pero aún así. Yo soy muy honesta en todo y me sabe muy mal. En mi blog he dedicado varios artículos a esos casos. Tampoco me he llevado nunca ningún premio de más de 400 euros, y lo normal es ganar dos noches de hotel, un lote de libros o un mp4, como el que acabo de recibir por un concurso temático de abogacía.

¿Cree que hay posibilidades de ver publicada su novela El peso de las horas tras quedar segunda en el Azorín?

Confío en que a pesar de no haber ganado, la novela se publique finalmente. No sé, a lo mejor el hecho de ser de Alicante pudo perjudicarme más que ayudarme en la votación, pero la editorial se reserva el derecho preferente de publicación. Creo que la novela lo merece, porque va más allá de la brevísima síntesis que se hizo para el concurso. Es un canto a la vida, una explosión de sentimientos y reflexiones muy buenas que permiten tanto hacer reír al lector como hacerle pensar.