Apenas un centenar de personas acudieron ayer a la parroquia Purísima Xiqueta y San Pedro Apóstol de Benissa para despedirse del escultor Salvador Soria. Al Premio de las Artes Plásticas de la Generalitat 2009 le fueron a decir adiós sus familiares y amigos más íntimos y fieles, aquellos que quedan del Grupo Parpalló al que se adhirió al regresar del exilio en 1953, y aquellos nuevos que fue conociendo más tarde. Entre los rostros conocidos que se acercaron a despedir al artista republicano al gran templo de Benissa se encontraban Joan Castejón, José Díaz Azorín, Quico Torres, Victor Ferrando, María Chana, Nassio Bayarri, Ramón Pólit, el crítico José Carneria, el fotógrafo personal de Soria Mateu Gamón y el ex director del Museo Valenciano de la Ilustración y de la Modernidad (MuVIM), Román de la Calle, que copa la primera plana de la actualidad tras rebelarse contra la censura aplicada a la muestra fotoperiodística expuesta en Valencia. Por su parte, del ámbito político sólo acudieron los integrantes de la Corporación municipal de Benissa y el diputado socialista Paco Carrió

, así como la directora del IVAM, Consuelo Císcar.

Todos ellos se encontraron a las puertas del ayuntamiento, donde se instaló, de 11 a 13 horas, la capilla ardiente del escultor, al ostentar el reconocimiento de Hijo Adoptivo de Benissa. Desde allí partieron todos hacia la iglesia de la Purísima Xiqueta, con el féretro a hombros, portado entre otros por Azorín y Víctor Ferrando. Tras el sepelio los más íntimos acompañaron al artista hasta el cementerio municipal. Soria falleció el viernes, el mismo día que se fallaba, según informó ayer el concejal de Cultura, el certamen de Artes Plásticas que la ciudad convoca desde hace una década con su nombre. Y es que Soria estaba muy comprometido con la actividad cultural. Por ello, el municipio en el que vivió sus últimos 25 años ha iniciado las obras para construir un Museo de Arte contemporáneo que también llevará su nombre y en el cual pretenden exponer, de forma permanente, obras del artista.