Las peripecias de un escritor que escribe en valenciano desde hace veinte años y su visión "esperpéntica y surrealista" del mundo de la literatura centran el argumento de la novela de Manel Joan i Arinyó, "L'atzucac del perdedor" ("El callejón sin salida del perdedor"), ganadora del XV Premio Enric Valor de novela en valenciano que otorga la Diputación de Alicante con una dotación económica de 17.000 euros.

De las 17 novelas que concursaban en esta edición, 11 eran de la Comunidad Valenciana. La finalista ha sido "Mort i triomf de Manuel Pasqual, de Denís Font. El jurado ha destacado la ironía y el humor de Arinyó, al que calificó de "gran fabulador".

"L'atzucac del perdedor" son "25 capítulos de un escritor que se plantea si tiene sentido seguir escribiendo y cuenta, de forma bastante autobiográfica, sus vivencias y anécdotas esperpénticas y surrealistas del mundo de la literatura", apuntó ayer el escritor, nacido en 1956 en Cullera, donde imparte clases en un instituto de lengua castellana. "Es una novela muy divertida, ágil, amena y fácil de leer, porque yo huyo del aburrimiento -señaló Arinyó- y, aunque lo cuento en primera persona, muchos escritores podrían contar lo mismo, pero yo lo hago burlándome de mí mismo, que es la mejor manera de que no se burlen de ti".

Arinyó, que tiene más de una veintena de libros publicados, señaló que no le ha costado mucho escribirla "porque la tengo en la cabeza y en el corazón desde hace mucho tiempo". Autor de "Fem un trio" o "L'agenda del sicari", ha tocado desde la novela policíaca y erótica hasta la literatura infantil y juvenil o la poesía. "Empecé haciendo novela gótica y erótica, de monstruos y fantasmas, desde un punto de vista seductor, cómico y criminal, y también he hecho literatura infantil y juvenil, pero porque me lo pide el cuerpo, no es algo premeditado", manifestó, tras explicar que "aunque en la literatura adulta suelo ser amoral, en la juvenil intento transmitir un mensaje de que nadie te regala nada".

Respecto al premio, indicó que "te da mucha alegría recibirlo porque ganas un dinero extra, algo ahora muy difícil porque, como hay tantos licenciados sin trabajo, muchos se dedican a escribir y hay mucha competencia".

Aunque el escritor y profesor suele tomarse uno o dos meses de excedencia en sus clases para poder escribir, reconoce que si no fuera maestro "viviría de forma miserable de la literatura porque no vendo un millón de ejemplares con mis libros".

Respecto a la situación del mundo editorial en valenciano, Arinyó manifestó que "el panorama está como está y somos los que somos, pero mi opción es ésta y en esta escribo", tras indicar que está pensando en cambiar el título de la novela para llamarla "L'escriptor inexistent" o "L'escriptor invisible".