Argentina llora desde ayer la muerte de Mercedes Sosa, la llamada "voz de América Latina", despedida por miles de seguidores en un velatorio en el Congreso de la Nación, un honor reservado a las más altas personalidades de la política y la cultura en el país. La "Negra" Sosa, de 74 años, falleció en un hospital del barrio porteño de Palermo como consecuencia del agravamiento de una afección hepática complicada con problemas cardiorrespiratorios y sus restos serán incinerados hoy.

Cientos de personas acudieron al Congreso, en su mayoría portando flores, para despedirse de la cantante, cuya muerte lamentaron también varios gobiernos de la región, como los de Ecuador, Chile o Venezuela. La presidenta argentina, Cristina Fernández, quien habló con la familia de Sosa cuando se conoció el agravamiento de su estado de salud, anunció la declaración de duelo nacional por la muerte de la intérprete.

Nacida en Tucumán (noroeste argentino) en 1935, Mercedes Sosa comenzó muy joven su carrera artística y pronto se dio a conocer por su reivindicación de las raíces culturales argentinas, su presencia imponente y el tradicional poncho que utilizaba para sus actuaciones. Censurada por la dictadura militar argentina (1976-1983), se exilió en Europa y acentuó su compromiso con la defensa de las libertades.

Convertida en un símbolo para varias generaciones de latinoamericanos, Sosa fue la cantante argentina más premiada y conocida en la región. Paseó el nombre de Argentina por los escenarios de todo el mundo, actuó con algunos de los intérpretes más reconocidos, como Luciano Pavarotti; cantó en el Vaticano, y grabó discos con los mejores del momento durante una larga carrera que coronó este año con la edición de dos volúmenes de su trabajo "Cantora", en los que estuvo arropada por Joan Manuel Serrat, Shakira, Julieta Venegas y Jorge Drexler, entre otros. Una carrera que fue distinguida con múltiples premios internacionales, un disco de platino por "Gestos de amor" (1994) y tres Grammy Latino.

Para acercar su legado a las generaciones más jóvenes, el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires impulsará una jornada de reflexión sobre su figura en los colegios de la capital el próximo martes. El objetivo, dijo el ministro porteño de Cultura, Hernán Lombardi, es "reflexionar sobre la Mercedes artista y ciudadana, un ejemplo de resistencia al autoritarismo y una demostración de cómo la cultura puede poner una valla al autoritarismo".

Para el músico Peteco Carabajal, Sosa "es la gran figura del canto popular, la referencia más importante para los autores, alguien que ha llevado al plano internacional con envergadura cada obra que ha interpretado". El secretario argentino de Cultura, Jorge Coscia, calificó a la artista como "una de las más trascendentales representantes de la cultura argentina en el mundo".