Numerosos espectadores vieron el primer montaje y menos contemplaron el segundo. La artista y ex gimnasta Neshka Robeva, campeona mundial en 1969 y entrenadora del Equipo de Gimnasia Rítmica de Bulgaria durante 25 años, es la directora y coreógrafa. En 2000 formó esta amplia compañía con el objetivo de introducir bailes folclóricos búlgaros y balcánicos en una interpretación moderna. Es la tónica predominante con el dinámico sello de Robeva. El tango es un estilo musical y una danza rioplatenses con lejano linaje africano, latinoamericano y europeo. Una expresividad artística de fusión que responde al proceso histórico de la inmigración masiva que tuvo el suelo argentino a partir de mediados del siglo XIX. Es hijo del mestizaje y su sensualidad deriva del origen prostibulario. La tristeza en las cosas del amor, la melancolía y otras emociones alimentan el ritmo y los movimientos del tango, un baile unido a la identidad de los barrios de trabajadores. El árbitro es muy casero y Bulgaria gana por goleada a Argentina. Los tangos están ahí aunque bajo la particular óptica del grupo. La memoria de los personajes les empuja a bailar frecuentemente la diversidad de pasos del folclore de su tierra. Pero tampoco faltan los aires gimnásticos y de danza clásica envueltos por la música y las luces. Los aficionados al tango de pura cepa no lanzarán cohetes, si bien el equipo se entrega. "Dos mundos (el bien y el mal)" se inspira igualmente en la cultura tradicional de Bulgaria y los Balcanes. Ritos, bailes y una colorista estética con National Art Dance Company en un batido donde se unen las danzas folclóricas y la gimnasia rítmica de la escuela búlgara. Bailarines y gimnastas rítmicos con la variedad del vestuario, el vigor y la coordinación de los rápidos movimientos de piernas y pies, entre otros detalles. La mezcla reitera ingredientes y unos brillan más que otros durante unos 90 minutos.