Los dichos, a pesar de que suelen parecer manidos al verlos escritos, tienen mucha carga de razón. Lo de "la realidad siempre supera a la ficción" encaja al cien por cien con la historia que une al policía local Javier Albarracín y a la joven cineasta alicantina Sonia Escolano. Para conocerla hay que remontarse más de una década en el tiempo, justo cuando Javier Albarracín se incorporaba a la Policía Local de Alicante. Uno de los primeros casos con el que se encontró fue el de una niña que "sufríó un abuso" en su colegio.

"Desde que la conocí me llamó la atención, ya que para su edad parecía muy despierta y tenía muchas inquietudes culturales. No dejaba de hablarme de los libros que leía. Todo esto teniendo en cuenta que su colegio se encuentra en una zona problemática, con mucho absentismo escolar en esa época", recuerda Albarracín.

Esta personalidad inquieta de Sonia Escolano le dio miedo que se truncara debido a la oscura situación con la que se había topado, que prefiere no volver a sacar a la luz. "La presión social que comenzó a generarse en su barrio sobre ella la empezó a encerrar en sí misma, y ya no quería volver a clase. Comencé a temer por que se metiera en malos rollos, como las drogas o la prostitución", relata el policía local. "Decidí hablar con sus padres y sus profesores y pensamos que lo mejor es que se fuera a Madrid, para que cambiara de aires", añade.

Y así se hizo. Sonia Escolano se marchó a la capital, donde comenzó a verse seducida por el mundo de la interpretación y el cine. Finalmente estudió dirección y empezó a hacer cortometrajes con su compañero Sadrac González. Su último proyecto ha sido la película "Myna se va", la historia de una joven rusa, sin papeles, que vive en España y cuida un niño. Un día que se queda sola con el pequeño, un accidente lo complica todo y se ve abocada a un callejón sin salida.

Uno de los principales problemas que encontraban para rodarla era la financiación, "pero yo creía en ella, así que monté una productora y decidí financiarle esta película, que por su corte independiente sólo llega a los 6.000 euros", apunta Javier Albarracín, que denominó su empresa Lukantum Producciones.

El filme se rodó durante dos semanas en El Altet, Elche y Alicante. La protagonista es María del Barrio Fernández, que según Albarracín se metió a la perfección en el papel de la niña rusa. "No es un caso real, pero podría serlo, ya que te encuentras a diario con este tipo de historias o peores. Y es que ya se sabe, la realidad siempre supera la ficción", dice el policía local.

Una amplia trayectoria en el mundo del corto

Sonia Escolano (Alicante, 1980) es también guionista del largometraje "Myna se va". Su primer cortometraje lo realizó junto a Sadrac González en 2005 y respondía al título de "El señor cuello-largo". Con él consiguieron ganar el segundo premio en el festival de cine de Alcalá de Henares. En el terreno del corto, también han dirigido "Julietas", "El rapto de Ganímedes", "Cédric" e "In honoris causa", que rodaron íntegramente en japonés. Para "Myna se va" han optado por un estilo hiperrealista, casi de documental, mostrando la parte más cruda de la vida sin ningún tipo de filtro. Todo esto lo refuerzan utilizando sólo luz natural, que da también cierta calidez a la imagen. Su objetivo, ahora, es presentar su "opera prima" en todo tipo de festivales europeos, para que la historia cinematográfica que le une a Albarracín encuentre un buen final.