La muestra, comisariada por Julia Sáez-Angulo, distribuye en tres salas la obra más reciente que esta singular creadora ha realizado en los últimos ocho años, en la que caben pinturas, dibujos y maquetas; las torres escultóricas realizadas a lo largo de toda su trayectoria; y en la última sala una serie de pinturas así como una representación de sus joyas creadas entre 1969 y el momento actual.

Carmen Zulueta indicó, durante la presentación de la exposición, que personalmente se decanta por "todo lo grande", preferentemente su escultura, en la que plasma su pasión por la arquitectura, y aseguró que su faceta como diseñadora de joyas es quizás la que menos satisfacción le causa, aunque reconoció que "es lo que da más dinero".

La artista, fiel a su trayectoria dentro del arte normativo constructivista, utiliza en todas sus facetas artísticas la línea como punto de partida para adentrarse en la forma y en el espacio geométrico.

Asimismo, se mantiene fiel a su paleta de colores en torno a los tonos fríos, dominados por los blancos, grises y azules, en lo que define como "una tendencia muy mía" y una facilidad para trabajar con colores fríos.

Zulueta utiliza para su escultura fundamentalmente acero, cortén, brillo y mate, mientras que sus joyas están diseñadas en oro, plata, cobre, ébano, marfil o piedras nobles como las turquesas, cristal de roca y ónices.

La vídeo-creación incluida en la muestra, que se exhibe en la Fundación Carlos de Amberes hasta el próximo 1 de marzo, lleva por título "Ciclo vital", y parte de una serie de dibujos que dan cuenta de un desarrollo lineal y cromático en diferentes ritmos.

La búsqueda constante de la línea de ésta representante del arte geométrico en España y del movimiento constructivista a nivel internacional -nacido en la segunda década del siglo XX- se aprecia en toda su obra, en la que sigue sus propios parámetros e inquietudes en la proporción, el volumen y el color.

La comisaria de la exposición, Julia Sáez-Angulo, destacó como características fundamentales de esta retrospectiva de cuarenta años de trabajo de Zulueta su trayectoria "fiel y coherente" con el estilo constructivista y geométrico de borde duro, y precisó que en su obra se aprecia claramente su auténtica vocación: la arquitectura.

Sáez Angulo recordó que la artista no pudo desarrollar esa especialidad porque en su época no estaba bien visto que una mujer fuera a la Universidad, "y menos aún a hacer una carrera técnica", aunque afirmó que las vocaciones "finalmente acaban saliendo", como lo hizo la de Zulueta en toda su creación artística acumulada a lo largo de cuarenta años.

La orfebrería llevó a la artista a la obra de gran formato, su gran pasión, como las esculturas urbanas que adornan el campus de la Universidad de Alcalá de Henares o algunas de sus pinturas murales como las exhibidas ahora en Madrid.

La artista indicó a Efe que sus diseños deben estar hechos "a la perfección" para que después los distintos profesionales, como los orfebres, escultores o arquitectos, puedan confeccionarlos con los materiales ideados por ella.

Torres de vidrio, instalaciones murales y vallas forman parte de sus motivos arquitectónicos y escultóricos, mientras que sus diseños de orfebrería incluyen colgantes, sortijas y pulseras, todos ellos de corte geométrico y confeccionados en plata, oro, cobre o latón combinados, a veces, con madera.

"Espacios lineales. Retrospectiva 1969-2000" pretende mostrar "lo mejor" de Zulueta, una de las pocas representantes femeninas del constructivismo en España, reconocida, fundamentalmente, por la monumentalidad de sus obras y la pureza de sus líneas geométricas.