La dedicada al genio malagueño bajo el título de "Picasso: Challenging the Past" (Desafío al Pasado), reunirá sesenta obras maestras que servirán para explorar cómo el pintor más importante del siglo XX retó a los viejos maestros.

Organizada conjuntamente con el Prado, el Louvre, el Museo Picasso, de París, y el Museo d'Orsay, la exposición, que podrá visitarse del 25 de febrero al 7 de junio del próximo año, se centrará en los distintos temas a los que volvió el proteico artista una y otra vez a lo largo de su carrera.

Habrá secciones dedicadas al autorretrato, a la tradición española del retrato masculino, al desnudo femenino, al bodegón, a la figura femenina sentada y a las variaciones del artista sobre grandes obras del pasado como el famoso "Le Dejeuner sur l' Herbe", de Manet.

La segunda gran exposición de la pinacoteca londinense dedicada al arte español es la titulada "Lo sagrado convertido en real: pintura y escultura españolas entre 1600 y 1700", que estará abierta al público del 21 de octubre del 2009 al 24 de enero del 2010.

El enfoque hiperrealista al abordar temas religiosos de pintores como Velázquez o Zurbarán estuvo directamente influido por su familiaridad con la escultura y en algunos casos por el hecho de que algunos de ellos pintaron incluso esculturas policromadas.

Así, Francisco Pacheco pintó los tonos de la carne y las túnicas de muchas tallas del célebre escultor Juan Martínez Montañés, además de enseñar a toda una generación de pintores, entre ellos a Velázquez y Alonso Cano, la técnica de pintar la escultura como parte integral de su formación.

La mayoría de las esculturas policromadas son de temas cristianos, al responder a encargos de órdenes religiosas como los dominicanos, franciscanos, cartujos y jesuitas.

Para conseguir el máximo realismo, algunos imagineros como Pedro de Mena, utilizaron, para sus esculturas de la Madre Dolorosa y de los diferentes santos, ojos y lágrimas de cristal y dientes de marfil.

Y para simular el efecto de la sangre coagulada en las heridas de Cristo se empleaba con frecuencia corteza de alcornoque, que se pintaba de rojo.

Además de lienzos importantes de Velázquez, Zurbarán y Alonso Cano, la exposición londinense, organizada conjuntamente con la National Gallery of Art, de Washington, incluirá varias esculturas de Gregorio Fernández, Montañés y Pedro de Mena, policromadas por Francisco Pacheco y Alonso Cano.

Otra exposición anunciada hoy por el director de la National Gallery es la dedicada al arte francés desde Corot a Monet y que trata de demostrar la gran deuda de los impresionistas para con la tradición de la pintura al aire libre originada a finales del siglo XVIII en Europa.

Reunirá obras de Camille Corot, Pierre-Henri de Valenciennes y Simon Denis, junto a otras de la famosa escuela de paisajistas de Barbizon, entre cuyos integrantes están Théodore Rousseau, Jean-François Millet y Virgilio Díaz de la Peña, así como de los impresionistas Eugène Boudin y Claude Monet.

La temporada se abre, sin embargo, este 22 de octubre con una exposición procedente del Prado sobre el Retrato del Renacimiento con obras maestras de Van Eyck, Holbein, Durero, Tiziano, Rafael, Botticelli, Lotto, Pontormo y Bellini, entre otros maestros.