La sonda espacial, lanzada el 24 octubre de 2007, y que actualmente se propulsa por energía solar (aunque dispone de una batería para emergencias);, tuvo que volver a encender sus motores en la madrugada del pasado domingo para alcanzar una órbita dos kilómetros más alejada de la Luna.

Ello le permitirá reducir los riesgos en el eclipse del 21 de febrero, cuando el satélite se quedará sin energía solar durante dos horas.

Sin el ajuste, el tiempo hubiera sido mayor, de entre tres y cuatro horas, según explicó el director del Centro de Control Aeroespacial de China, Zhu Mincai.

La falta de luz solar obligará a apagar algunos aparatos de medición del Chang E, lo que según los científicos no afectará en gran medida a los trabajos de investigación.

El eclipse (momento en el que la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, impidiendo que los rayos solares lleguen a la superficie lunar); coincidirá con el Festival de la Linterna, una fiesta china que celebra la primera Luna Llena del año.

En agosto de este año, otro eclipse lunar necesitará de un nuevo reajuste del satélite, que los científicos chinos desean mantener en funcionamiento durante más de un año.

Bautizado como una diosa china que según la leyenda viajó a la Luna, el aparato examinará el suelo lunar y elaborará un mapa tridimensional del suelo selenita.

Antes de continuar sus misiones lunares, con su segundo envío de sondas lunares en 2012, China lanzará en octubre de este año su tercera nave tripulada, la "Shenzhou VII".