"Esto tengo que contarlo, esto es muy serio y la información no nos está llegando" es el pensamiento que impulsó a Jiménez a escribir el libro, ha explicado el biólogo en una entrevista con Efe.

El libro repasa la crisis ecológica planetaria (cambio climático, deforestación, ensanchamiento del agujero en la capa de ozono);, muestra las previsiones de futuro, y explica sus consecuencias, entre ellas, el aumento de enfermedades, guerras entre países por recursos o la crisis económica, y todo ello hilando datos de organismos internacionales como la ONU o la FAO.

Las noticias tratan los problemas ecológicos como cosas independientes, pero todo está conectado, los patrones de consumo de la población han provocado una crisis ecológica global que "hace que cada década se pierda hasta el 10 por ciento de la biodiversidad del planeta", la situación más grave "desde que se extinguieron los dinosaurios", ha apuntado el autor.

"No son predicciones catastrofistas", ha defendido el biólogo, "las mediciones son muy fiables y los modelos de simulación muy precisos", las herramientas muestran "lo que ocurrirá si no tomamos medidas".

La extinción de especies es algo "irreversible", y estas son las que estabilizan el Planeta, sin ellas se acabará "la tierra fértil, los alimentos, todo".

Los únicos beneficiados momentáneos son, para Jiménez, "los grandes productores" cuyos costes son más bajos en detrimento del medio natural que afecta a todos y cuya contaminación "les sale gratis".

España, afirma, lo está haciendo mal, es de los que más incumplen sus compromisos medioambientales a pesar de que será uno de los más afectados por el calentamiento global: "el IPCC estima que las temperaturas podrán aumentar entre 4 y 7 grados y las lluvias van a descender, nos quedará un clima árido y se extenderá el desierto".

Ya nos está afectando, ha explicado, las playas están retrocediendo y los "adefesios urbanísticos" de las costas hacen que nos estemos quedando sin ellas.

Además, "en España, 16.000 personas mueren al año debido a la contaminación, tres veces más que los que fallecen por accidentes de trabajo".

Jiménez cree que hay tiempo para frenar "la sexta extinción", pero advierte de que "es hora de actuar" y no vale quedarse "sentado en un escaño".

Lo primero es informar al ciudadano, para que éste sepa qué se le viene encima y exija a sus políticos y a las empresas que respeten el medio ambiente, "y para que dejen de tomarnos el pelo, como con los biocarburantes, que contaminan más de lo que ahorran".