El estudio, que describe un método que podría ayudar a los investigadores a generar moléculas de ADN más grandes que hasta el momento, representa un paso hacia el objetivo global de crear microorganismos sintéticos que podrían utilizarse en la producción de biocombustibles, la limpieza de los residuos tóxicos, la absorción de carbono u otras aplicaciones.

En tubos de ensayo, los investigadores, dirigidos por Daniel Gibson, sintetizaron químicamente grandes trozos de la secuencia genómica, constituyendo cada uno un octavo o un cuarto de todo el genoma, y almacenaron las copias en cromosomas artificiales dentro de la bacteria 'E. coli'.

Después, unieron estos grandes pedazos en levadura, aprovechando en parte la maquinaria celular de ésta en el proceso. Los investigadores también introdujeron secuencias de 'marcas de agua' cortas en puntos que se sabe toleran las inserciones de ADN adicional, para distinguir el genoma sintético.