El ejemplar, que se encuentra en peligro de extinción, pesa 72 kilos y entre el caparazón, que mide 83 centímetros, y la cabeza, que está en torno a los 15, supera el metro de longitud, unas dimensiones poco habituales para este tipo de especie, que no suele sobrepasar los 60 centímetros de largo.

La tortuga boba fue capturada entre sus redes por la embarcación pesquera "La Garrucha" el pasado 16 de octubre con síntomas de asfixia y desde entonces ha permanecido en el acuario de Santa Pola.

El responsable del citado acuario, Esteban Antón, ha explicado hoy que el traslado del ejemplar hasta la isla de Tabarca se ha realizado en una embarcación del acuario, y que durante el trayecto se le ha mojado el caparazón y los ojos "para que no se resecaran".

Según Antón, la tortuga boba, que se encuentra en "perfecto estado", permanecerá durante unos días en las inmediaciones de la isla alicantina "si encuentra comida para alimentarse", aunque "lo habitual es que siga su marcha migratoria y llegue hasta el Atlántico".

Durante su estancia en el acuario santapolero, dos biólogas de la Unidad Cordados del Instituto Cavanillas de Valencia inspeccionaron al ejemplar para comprobar su estado de salud y ponerle anillas del Instituto para la Conservación de la Naturaleza(ICONA);.

La bióloga Diana Perdiguero ha señalado que la tortuga no ha precisado ser trasladada a ningún centro de recuperación porque estaba "sana" pese a los primeros problemas de asfixia que se detectaron.

Esta tortuga boba es la cuarta que localizan los pesqueros de Santa Pola durante 2007, si bien los expertos han apuntado que cerca de cien tortugas aparecen anualmente cerca de las costas de la Comunitat Valenciana, donde se reproducen.

El pasado 22 de octubre se halló un ejemplar de tortuga boba en el puerto de Santa Pola, que fue trasladado al Centro de Recuperación de Especies de El Saler porque se había tragado un anzuelo.

La tortuga boba está catalogada de interés especial en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, dada su situación en peligro de extinción debida, fundamentalmente, a la contaminación, la pesca accidental, la pérdida de hábitats de desove y el turismo.