"La bioenergía encierra grandes oportunidades para los campesinos, en especial en los países en desarrollo. Pero también existen riesgos y queremos ser muy claros en este aspecto", afirmó hoy Gustavo Best, coordinador de Energía en la FAO.

En la reunión, que concluirá el miércoles, los expertos examinarán aspectos como la contribución de los biocombustibles, obtenidos de materias primas como la caña de azúcar, el aceite de palma y el maíz, a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Otro aspecto positivo puede ser el de la creación de nuevos empleos e infraestructuras en las áreas rurales.

Sin embargo, también estudiarán los posibles daños al medio ambiente y la eventual pérdida de biodiversidad al destinar grandes superficies de nuevas tierras a monocultivos.

Además, existe una preocupación sobre la conveniencia de desviar cultivos alimentarios del consumo animal o humano y destinarlos a la obtención de combustible para automóviles y camiones.

En el debate participan especialistas en agricultura, energía, clima y medio ambiente.

Al término de la reunión, la FAO espera poder dar una serie de recomendaciones de acuerdo con el veredicto de los especialistas.